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Policías impiden toma de palacio de Medellín por mujeres priistas que rechazan al alcalde

- 150 damas de diversas colonias, furiosas denuncian que el edil no ha hecho obras - Se la pasan de fiesta en fiesta, como padrino de bodas, quinceaños y bautizos - ¡Rubeeeeen, papacito, sal a darnos la cara!. ¡Ten tantitos huev… y recíbenos!, le gritaron

Ignacio Carvajal Medell?n de Bravo, Ver. 26/10/2009

alcalorpolitico.com

Unas 30 mujeres, dispuestas a tenerlo cerca y sostener un encuentro muy pero muy personal con el alcalde de Medellín de Bravo, Rubén Darío Lagunes, llegaron a buscarle hoy como a eso de las 11 de la mañana.

Iban vestidas de rojo Fidelidad, como la liga política a la cual pertenece Rubén Darío, de todas las edades, tesituras y figuras. Morenas muy guapas y otras entradas en años, pero igual daban lo que fuera por tener frente a frente al edil. A nadie más, ni si quiera al más leal de sus funcionarios. Lo querían única y exclusivamente a él.

De pronto, al arribar al inmueble municipal, se encuentran una docena de policías que, armados con rifles de alto poder, pero al parecer sin balas, les marcan el alto. Una de las que iba a la cabeza del grupo, Ángela Zamorano Serrano, se apodera de un altavoz y sin cortapisas:
- ¡Rubeeeeen, papacito, sal a darnos la cara, a platicar con nosotras!. ¡Ten tantitos huev… y recíbenos! ¡Te exigimos obras y que nos rindas cuentas!

Total. Se trataba de que estas 30 mujeres y otras cien personas de sexos indistintos (la mayoría también de rojo) andaban buscando al alcalde para tomarle el palacio municipal, hacerle un zafarrancho y obligarle a rendir cuentas por la “ley del pueblo” porque a su parecer, durante los dos años al frente de la alcaldía de Medellín, no ha realizado nada representativo, pero la pronta intervención de las fuerzas del orden salvaron a Rubén Darío Lagunes –amante de los caballos finos y del buen whiskie- de una zacapela histórica a manos del sector femenino.

Armando tal alboroto con gargantas y aplausos, le lanzaron al alcalde, por lo menos, unos 20 recordatorios a la progenitora de sus días, además de otras tantas linduras:

- Queremos un alcalde trabajador, no un wevon como tú que nomás se la pasa en bautizos, bodas y comuniones celebrando mientras al pueblo se lo lleva la chingada. Ya no seremos tus pendejas, ponte a trabajar.

Y decían hablar con justa razón y conocimiento de causa partidista:

- Somos de tu partido, somos mujeres amas de casa que quieren que nos cumplas tu palabra, si nos pediste el voto, ahora responde con hechos. No sé donde hiciste esas 19 obras que promocionas. Son pura mentira tuyas, nosotros no las vemos –acometía la furiosa mujer.

El alcalde únicamente declaró a la prensa, no quiso dialogar con las féminas, ni mucho menos acercárseles por temor, comentaron algunos de sus allegados, de que le dejaran en vestimenta de Adán.