Políticas culturales del país deben actualizarse; son de hace 30 años: Eduardo Nivón

Invitado por un grupo de estudiantes de la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales/UV, el doctor en Antropología Social/ENAH, Eduardo Nivón Bolán, planteó la necesidad de actualizar las políticas culturales actuales del país ya que éstas se basan en un concepto de país de hace más de treinta años, pero que hoy se ven rebasadas por la globalización y la irrupción de nuevos actores en la escena política, además de que las clases industriales y los trabajadores han dejado de ser protagonistas, y no sólo eso, el resto de la sociedad les ve como grupos con demasiados intereses y muy corporativos.

Previo a su participación en el foro “Nuestra Cultura”, el doctor Nivón, comentó paraalcalorpolitico.com que la razón de su visita obedece a la invitación que le hicieran por vía electrónica; pero principalmente por la juventud de los organizadores, porque cree que en este momento se la están viendo muy difícil para pensar proyectos, y, -puntualizó- porque las políticas públicas mexicanas no están tomando en cuenta a los jóvenes.

Ejemplificó su decir citando un “spot” del PRI en donde se habla del “Nuevo PRI”, pero en la imagen no se ven jóvenes, sino a los viejos priístas; “quizás por eso está pegando este movimiento que surge en las universidades públicas, porque todo mundo esperaba un cierto protagonismo de los jóvenes”.

Al preguntarle si hubo resultados del trabajo colegiado que hicieron un conjunto de destacados intelectuales, especialistas y promotores culturales convocados por la Universidad de Guadalajara en 2005 bajo su coordinación, y que dio por resultado la propuesta integral de políticas culturales titulada “Políticas culturales en México: 2006-2020. Hacia un plan estratégico de desarrollo cultural”, responde sin dudarlo: ¡Definitivamente porque los candidatos de ese tiempo no querían comprometerse con la cultura y ahora cuando uno analiza lo que está pasando en las campañas [2012] encontramos que las plataformas culturales fueron muy pobres, y que "los candidatos hacen propuestas al calor de las presiones que reciben de los distintos grupos”.

Sobre la necesidad de contar Secretaría de Cultura, confiesa estar de acuerdo, pero para que ésta exista debe contar con una moderna legislación cultural: “El país tiene un déficit de legislación cultural federal y estatal muy notable, debido entre otras cosas a que existe una cierta inercia que piensa la política cultural como hace años, esto es que, que la educación y la cultura deben estarunidas; eso es muy cierto, y en todo mundo lo fue; pero la cultura del siglo XXI tiene una dinámica que no la tenía cuando Vasconcelos pensó la educación hace casi cien años, ahora la cultura es de un dinamismo incitado con cosas novedosas”, concluyó diciendo.

En cuanto a por qué en México debe haber una Ley de Cultura, aclaró que

porque en la Constitución hoy dos partes aún no atendidas: garantizar el derecho al acceso de los bienes y servicios culturales, definir quién será el responsable de vigilar el cumplimiento del mandato constitucional y gestionar los recursos para el sector.

Al preguntarle sobre el rol y responsabilidad de los directamente involucrados, les pide en primer lugar que hagan una autoevaluación de sus actos y compromisos, que sean más incluyentes y visionarios ya que normalmente cuando participan foros, consultas lo hacen desde sus propias necesidades, lo cual es muy natural, pero que no se necesita que el artista plástico hable desde la plástica, el bailarín desde la danza o el actor desde las artes escénicas.

Por otra parte, dijo que comparando con lo que sucede en otros países de América Latina, aquí el artista plástico vive demasiado pendiente de los apoyos públicos. Los apoyos públicos deben mantenerse y ampliarse, pero los artistas plásticos y en general el creador, debe buscar su propio espacio de desarrollo: “deben vivir menos pendiente del subsidio”.

Por último se le preguntó si ve un panorama esperanzador con el cambio de gobierno, a lo que respondió reconocer que está la cosa muy difícil, que si estuviéramos en una campaña en Gran Bretaña o en Francia nadie esperaría que los candidatos hablen de cultura, que den un discurso sobre la cultura, por la sencilla razón de que allá las instituciones culturales tienen suficiente fortaleza para caminar solas; por el contrario, en México sí se espera que los candidatos hablen de cultura, ya que las instituciones culturales viven en el temor constante de desaparecer o ser incorporadas a otra entidad pública.

Por eso, finalizó diciendo, los periodistas, los interesados en cultura, esperamos que el candidato haga un pronunciamiento, precisamente por la inestabilidad del sector cultural: “yo aspiro a un sector cultural más estable, en donde no tengamos que ocuparnos por quien gobierne, sino porque las cosas caminen solas”.