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Sección: Estado de Veracruz

Por alto costo de material, baja producción artesanal de ladrillos, en Medellín de Bravo

- A ello se añade que constructores prefieren comprarlos a fábricas

- Don Maxi dijo que nunca ha recibido apoyo del Gobierno; pero a los “ninis” bien que dan dinero, reprocha

Horacio Zamora Medellín de Bravo, Ver. 22/08/2019

alcalorpolitico.com


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La producción de ladrillos artesanales en el municipio de Medellín ha venido a la baja debido a la implementación de factorías mecanizadas y al elevado costo de la materia prima que se usa para la elaboración de este material de construcción.

A pesar de que el ladrillo artesanal es más resistente y barato, los constructores tienen fijación por el producto mecanizado.

Maximiliano Martínez lleva 30 años elaborando este material de construcción y asegura que la calidad del producto es inmejorable, pues el proceso se realiza a mano y se cuida cada detalle en la producción.



Sin embargo, la carestía de materia prima para la producción de los ladrillos complica este proceso.

"Necesitamos arena y tierra para elaborar el ladrillo, también leña para cocinarlos y pagar la mano de obra de los trabajadores. Una camionada de tierra cuesta 500 pesos y me alcanza para producir 4 mil ladrillos. Más 330 pesos que le pago a cada peón por millar de ladrillos que hace; el viaje de leña y la arena, el diesel, la gasolina. No'mbre, na'más saca uno pa' comer", asegura el señor Maximiliano.

El ladrillo artesanal se vende en mil 200 pesos el millar, a pie de horno, puesto en el domicilio el precio sube dependiendo la distancia.



Un horno de ladrillos puede contener hasta 15 mil unidades de bloques de barro, todo depende de la habilidad del maestro armador.

"Este horno tiene 11 mil ladrillos, lo armé yo, ya estoy viejo y no le juego mucho al vivo. Pero un armador joven le puede meter hasta 15 mil ladrillos al horno sin problemas", reconoce el experimentado productor de ladrillos de 72 años de edad.

Don Maxi, como le dicen sus amigos y compañeros de trabajo, aprendió este oficio a los 40 años y lleva 32 ejerciéndolo; "nadie trabaja por gusto, yo aprendí grande, no me quedó de otra, pero aprendí bien", comenta orgulloso.



Producir un horno de 11 mil ladrillos puede llevar hasta 3 semanas, pues cada uno se hace a mano en 'gabiras' de 9 unidades. Un jornalero debe producir mil ladrillos al día si quiere ganarse los 330 pesos que pagan por esta actividad en “la Pisa”, nombre que se le da a la fábrica de ladrillos artesanales.

Esta actividad productiva no cuenta con subsidios ni apoyos de ningún programa de gobierno, "dijeron que primero los pobres y mira, nada! Ah! Pero a los ‘ninis’ sí, bien que les dan su mensualidad. ¡Qué los manden a trabajar acá para que desquiten, pa’que sientan cómo se gana el dinero! Aquí te puedes comer un kilo de tortillas y nunca vas a engordar porque todo lo quemas trabajando", mencionó don Maximiliano Martínez, productor de ladrillos artesanales del municipio de Medellín.