El director del Ballet Folklórico de Orizaba, Erasto Gómez Santa Rosa lamentó que ahora se les quiera cobrar a los bailarines que van a festivales a otros países por participar en estos, así como la serie de trámites que deben enfrentar para salir de sus países para llevar cultura y su arte.
La situación después de la pandemia cambió, pues indicó que actualmente para los bailarines de diversas compañías de folclor viajar al extranjero es una cuestión muy complicada, ya que deben pagar cifras elevadas para participar, incluso en euros. En México ya se aplica este cobro.
"Ahora ya hay mucha dificultad con los festivales porque todos están cobrando una cuota de participación, o sea que ahora aparte de pagar sus vuelos de avión tendrían que estar pagando por participar en otros festivales, aquí en Orizaba no se les cobra nada".
El maestro Gómez Santa Rosa, recordó que inicialmente cuando comenzaron los festivales en todo el mundo, se abría la convocatoria, se inscriban, mandaban su material y si gustaba los invitaban, pero ahora casi todos los festivales están pidiendo una cuota por bailarines y ya lo están vendiendo como un evento turístico.
"En el pasado nos llevaban a los parques de diversiones y otros lugares turísticos y todo nos pagaban, ahora ya cobran por todo eso, entonces esto es una decepción muy grande para los bailarines, porque aparte de que sale muy muy caro esto, deben destinar dinero por participar y compartir su cultura, lo cual no es justo".
De igual forma apuntó que tienen conocimiento de que en alguna parte del Estado de Veracruz, quisieron estafar a unos chilenos pidiéndoles el dinero para participar en un encuentro cuando esto era totalmente falso.
Otras barreras para estos artistas, son los procesos migratorios que se están viviendo en el país, pues los calificó de muy intensos.
"El cuidado que hay en migración de Centroamérica y de Latinoamérica en general para pasar a México, está siendo muy fuerte. De hecho Colombia que es uno de los países que viene constantemente a México, les están solicitándoles un formato de migración muy fuerte en el que tienen que establecer a dónde van a estar, dirección, quiénes están encargados de ellos, a qué evento van, entre otros aspectos.
"La migración de África está muy detenida, aunque los grupos tengan ganas y recursos para viajar, los visados son los que los detienen".