Por falta de proyectos productivos para campesinos, crece tala clandestina de árboles

Entre los municipios de Maltrata, Nogales, Mariano Escobedo y La Perla, cada año se pierden más de 1 mil hectáreas de bosques, como resultado de la tala clandestina y el impacto de incendios forestales, lamentaron biólogos de la región de las Altas Montañas.

A pesar de las cifras de reforestación que anuncian cada año dependencias estatales y federales como: la CONANP, CONAFOR, SEDEMA y SEMARNAT, en bosques de Veracruz se están cambiando árboles maduros por bosques jóvenes incapaces de captar la misma cantidad de agua, no se está frenando la deforestación, ni generando proyectos permanentes de apoyo a los campesinos que no ven otra opción más que la de talar árboles.

El biólogo José Camarillo Barranco, señaló que los campesinos ubicados en las regiones boscosas carecen de proyectos productivos que son el sostén de sus familias, carecen de programas permanentes de reforestación y un ejemplo de ello es el vivero de “La Joyita”, el cual fue abandonado en el año 2014 por el Gobierno del Estado y la propia SEDEMA, instancia que dejó de invertir apoyos para el sostén de unas 190 familias de comunidades de Mariano Escobedo.



En estas regiones señala, la gente se dedica a talar árboles para fabricar leña, abastecer carbón a la zona urbana, construir viviendas y fabricar muebles de madera, sin embargo, existen otros campesinos que son contratados por dueños de aserraderos para recibir la madera y comercializarla con grandes empresas.

Por su parte, el biólogo Graciano Illescaz Téllez, presidente del Consejo Intermunicipal de Ambientalistas, señaló que uno de los municipios con un gran impacto en sus bosques por efecto de la tala clandestina es Maltrata y prueba de ello es que en 2014 ciudadanos incautaron un cargamento de troncos correspondientes a 43 álamos talados de manera clandestina.

Estos quedaron a disposición de la Procuraduría Federal de Protección al Medio Ambiente, instancia que no género acciones de castigo ni prevención, pues en la zona se sigue talando bajo impunidad.



Señalan que responsables también son los alcaldes que han mostrado poco interés por mantener los recursos forestales, los bosques generadores de agua y que son el sostén de grandes ecosistemas, de ahí que señalan debe ser el Gobierno Federal el que intervenga de manera directa para frenar el ecocidio que cada año genera pérdidas importantes de bosques, pero también de especies animales y vegetales, algunas de ellas en peligro de extinción.