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Sección: Estado de Veracruz

Por indolencia y negligencia en hospitales de Xalapa murió menor tras cinco infartos

- Le cayó un recipiente de agua hirviendo; su madre solicitó ambulancia, se la negaron y anduvo de hospital en hospital

- En el Hospital Civil no había anestesista, sólo le dieron analgésicos; no aguanto y falleció

- Minutos hacen la diferencia entre la vida y la muerte de una persona, dice la madre del bebé de 2 años

Ylia Ortiz Lizardi Xalapa, Ver. 18/09/2012

alcalorpolitico.com

Un pequeño de 2 años –a quien le cayó un recipiente de agua hirviendo– pudo haberse salvado de la muerte si en centros de auxilio y hospitales de esta capital, el personal que atiende estuviera capacitado y comprometido realmente para resolver situaciones de emergencia y con la conciencia de que minutos hacen la diferencia entre la vida y la muerte de una persona.

En medio del dolor y la impotencia, Cristian, la mamá de Vastian, el pequeñito que murió, cuenta su tragedia al confirmar que la indolencia y la indiferencia son una gran deficiencia en hospitales de esta ciudad.

Vastian falleció, víctima de múltiples infartos, provocados por diversas quemaduras en su cuerpo a partir del accidente ocurrido la noche del sábado; ante la emergencia sumadresolicitó vía telefónica el auxilio de una ambulancia, los paramédicos sólo hicieron que perdiera tiempo al solicitarle detalles para finalmente decirle que ella misma trasladara a su hijo al Centro de Especialidades Médicas (CEM), "Dr. Rafael Lucio", a sabiendas que un quemado requiere un traslado especial aún siendo un bebé.

Como paramédicos seguramente saben que el CEM no tiene área de quemados, pero aún así, remitieron a la madre y su pequeño a este hospital, en donde no lo quisieron atender, ni siquiera para estabilizar al niño y posteriormente trasladarlo en una ambulancia.

Por el contrario, también le pidieron a la madre que ella misma trasladara a su hijo hasta el Hospital Civil, donde sí existe área de quemados.

Al llegar al Civil, el pequeño fue ingresado inmediatamente, pero desgraciadamente por ser fin de semana, no había anestesista que pudiera preparar al pequeño para hacerle las curaciones necesarias, por lo que el médico que lo atendió suministró medicamentos para tratar de controlar el dolor, pues el Centro de Especialidades Médicas tampoco “quiso prestar” un anestesista.

Lamentablemente, el pequeño murió horas después por la madrugada. Su cuerpecito no aguantó el quinto infarto.

Hoy este hecho -dice la afligida madre- enlutó no sólo a su familia, sino a las de muchos pequeños y maestros que convivían con Vastian en la guardería y preescolar “Mi Primer Colegio”, quienes son los únicos que la han apoyado y la insitaron a narrar su triste historia en espera de que autoridades de Salud corrijan estas deficiencias que lamentablemente ya son cotidianas.