Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: V?a Correo Electr?nico

Por la difícil vialidad en la “bella Xalapa” se tornan “incultos, prepotentes y arbitrarios”

Afirma que sólo se ve la mano de la autoridad, con los más débiles, indefensos o sin influencias

04/09/2012

alcalorpolitico.com

JALAPA, EL RANCHO GRANDE DE VERACRUZ

Agustín Acosta Lagunes fue el último gobernador que se preocupó por hacer de esta ciudad capital un lugar habitable, moderno y bien comunicado, de ahí en fuera, los que le han seguido no han hecho nada digno de mencionar por esta ciudad, solo paliativos que en nada reflejan ni resuelven las necesidades urgentísimas que tiene, tal pareciera que Jalapa, la culta, solo merece el desprecio y el desdén de sus gobernantes o la ven solo como botín, de lo contrario no se puede uno explicar como, siendo la capital del tercer o cuarto estado mas importante y rico del país, siendo un lugar bello y estratégico, sus gobernantes se vayan a vivir al puerto de Veracruz, viniendo a atender sus asuntos durante un rato todos los días como si nos hicieran el favor o fuera una ciudad de cuarta, y regresando en la noche al puerto, y que, para terminar de agraviarla, los mejores eventos culturales, artísticos y deportivos son solo exclusivamente para el puerto, para esta ciudad nada, como si no existiera, ni mucho menos se puede explicar como Jalapa es un lugar tan abandonado, donde solo se encuentra trabajo si se tienen influencias, porque no hay industrias, ni se ve por donde las pueda haber a pesar de las promesas oficiales, y que para darle atole con el dedo a los habitantes necesitados de trabajo, dizque “promueven turísticamente” a la ciudad y con esas promesas que nunca aterrizan creen resolverlo todo, y la imagen real que da esta ciudad a los visitantes es un lugar lleno de basura, de baches mortales por toda, absolutamente toda la ciudad, donde sólo hay 7 u 8 avenidas que son el centro automotriz de toda la ciudad y que están saturadas a todas horas del día y que, debido a esa saturación están excesivamente desgastadas, y con una señalización inexistente, con el sistema de semáforos tan mal programados que parece que los sincronizó un borracho o un niño, y que, para paliar los problemas de tránsito hacen adefesios inútiles llamados pomposamente “circuitos Viales“ que no resuelven absolutamente nada, porque la ciudad necesita urgentemente nuevos circuitos, ejes viales, anillos de circunvalación, periféricos o como le quieran llamar, donde autoridades municipales o estatales, por omisión, descuido o corrupción. permiten que haya terminales y bodegas casi en pleno centro de la ciudad, léase Pípila y Clavijero, complicando exageradamente la circulación, de la sobresaturación de taxis y de camiones del “servicio urbano” y del salvajismo de la mayoría de sus conductores ni hablar, pero Jalapa la culta, la bella, la de las flores, se ha vuelto un lugar peligroso por muchísimos de sus mismos habitantes, incultos, prepotentes y arbitrarios, donde cada uno le quiere imponer su ley a los demás, que se estacionan donde quieren, igual que tiran la basura, se pasan los semáforos en rojo, igual que manejan ebrios o hablando por celular, ponen su música a altos volúmenes a la hora que se les pega la gana, haciendo lo que quieren, donde solo se ve la mano de la autoridad, con los más débiles, indefensos o sin influencias, donde la ciudad se da cuenta de que sus funcionarios usan el presupuesto asignado a mejorar a la ciudad en caprichos personales, en ayudar amigos y favoritos o de plano en hacerse ricos de la noche a la mañana, sin mover ni un solo dedo ni hacer nada por esta noble capital, donde sus habitantes, en venganza por el desprecio que muestran sus autoridades, en las elecciones votan por gente de partidos contrarios al oficial, a las cuales tampoco les interesa absolutamente para nada la ciudad, sólo satisfacer egos y apetitos personales, en venganza, los del partido oficial, se la regresan a los de la ciudad por no haber votado por ellos, negándola, no haciendo absolutamente nada por ella, volviéndose todo esto un circulo vicioso, mortal, donde los únicos que perdemos somos sus habitantes, y donde para colmo, un alto funcionario que prometió velar por nosotros, le abrió las puertas de esta nobilísima ciudad a la delincuencia regalándosela como si no valiera nada, todo en aras de cumplir su delirio de ser presidente de la republica, donde la zozobra y el miedo se acentúan cada vez que sus habitantes salen a trabajar o pasear, donde el miedo es lo único que nos une, aparte de la ira, la decepción y la impotencia, Jalapa, ciudad noble, leal, hermosa, Jalapa nuestra casa, cada día luce mas como limosnera, como si no valiera nada, como un rancho grande, olvidada, humillada, ninguneada por sus gobernantes federales, estatales y municipales, diputados y senadores, pero también vejada por muchos de los que vivimos en ella, y esta ciudad tan hermosa y tan bella no lo merece, no nos lo merecemos…