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Y las obras del bulevar Diamante

Por las fuertes lluvias están incomunicados habitantes de la colonia “La Pedreguera”

- En caso de contingencia no podrán transitar las unidades de auxilio y transporte en general: Colonos - Esperan habitantes acciones de las autoridades para evitar una desgracia

Irineo P?rez Melo Xalapa, Ver. 30/06/2007

alcalorpolitico.com

Por las fuertes lluvias y los trabajos de construcción del bulevar Diamante, vecinos de la colonia La Pedreguera, ubicada a un costado del Seminario Mayor de esta capital, están totalmente incomunicadas, lo cual de no atenderse de inmediato se tendrían situaciones que lamentar.

Los quejosos que pidieron el anonimato, mencionaron que por los trabajos que ahí se realizan, la calle está muy deteriorada, situación que propicia que los vehículos no pueden pasar, por lo que de presentarse una contingencia, no podría ser atendida de inmediato, al no poder transitar por esta rúa las ambulancias o unidades de servicio público.

Las malas condiciones en que se encuentra la avenida que da acceso a esta colonia, en donde habitan cientos de familias, también afecta a los propios vecinos que ahí habitan, al no poder ni siquiera sacar sus vehículos, quienes los tienen estacionados en sus casas o de plano tuvieron que estacionarlo hasta la unidad FOVISSSTE o en las inmediaciones de la delegación Oeste del ayuntamiento de Xalapa.

Todo aquel que ha osado cruzar su vehículo en esta avenida, queda totalmente atascado, lo que ha motivado una gran inconformidad, sobre todo porque el problema ya lleva casi dos meses y no hay autoridad alguna que atienda el problema.

Los entrevistados manifestaron que el pasado 26 de junio el alcalde Ricardo Ahued hizo un recorrido por el lugar, quien pudo transitar por ahí porque no había llovido, sin embargo, con los últimos aguaceros, se han formado grandes lagunas e inmensos lodazales, que afectan en gran medida a los habitantes de esta parte de la ciudad.

Lo peor del caso, indicaron los quejosos, es que casi a diario se pasean en ese tramo unas máquinas de la constructora que lleva a cabo la obra “y solamente se “hacen patos” removiendo tierra de un lado para otro y no han hecho otra cosa.

La inconformidad se hace más patente por la burla de que son objeto, ya que al iniciar el tramo en construcción aparece una gran bambalina con una gran leyenda en donde detalla los costos y características de la obra; se menciona un número telefónico para presentar quejas y denuncias sobre la misma, sin embargo, al intentar llamar al mismo, éste no existe.