Presbíteros renuevan sus promesas sacerdotales en la Misa Crismal

Con motivo de las celebraciones de Semana Santa, el arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, presidió la Misa Crismal, tanto los sacerdotes como presbíteros renovaron sus promesas sacerdotales; del mismo modo, se consagró el Santo Crisma, además se bendijo el óleo de enfermos y el de catecúmenos para todas las parroquias, rectorías, así como comunidades de la Arquidiócesis.

Afuera de la Catedral, los grupos de cada decanato aguardaban la conclusión de la misa, portando globos, banderas, guitarras, velas, todo para acompañar en procesión los óleos benditos.

Explicó que esta ceremonia es una manifestación de la unidad del sacerdocio y del sacrificio de Cristo. Del mismo modo, invitó a los sacerdotes para recordar el lugar donde se cumplió su ordenación, donde se les transmitió el vínculo con el presbiterado. De esa forma, podrán llevar siempre en su memoria que el Jueves Santo es su nacimiento en Cristo.

Durante la celebración eucarística, el arzobispo expresó que hoy se invita a renovar las promesas del sacerdocio.

"Es conveniente recordar cada año el aniversario de nuestra ordenación. Hay algunas fechas especiales como es el primer año, a los cinco, diez, quince, veinte, las bodas de plata, a los treinta porque después quién sabe si lleguemos a más. Los más fuertes celebran 60 años de ministerio sacerdotal. Es muy hermoso recordar esos momentos y decir cómo han pasado los años".

Además de la renovación de los votos sacerdotales, se realizó la bendición de los crismas y santos óleos se utilizan para bautismo, confirmación, orden sacerdotal, unción de los enfermos, así como en la consagración de nuevos altares y templos.

“Con el Santo Crisma se significa que los cristianos, han recibido por la confirmación, la unción espiritual proveniente del Espíritu Santo. Con el óleo de los Catecúmenos se extiende el efecto de los exorcismos menores. Los que van a ser bautizados la fuerza para que puedan renunciar a Satanás y al pecado. El óleo de los enfermos remedia las dolencias del alma y cuerpo de los enfermos para que puedan soportar con paciencia, el sufrimiento, vencer con fortaleza el mal y conseguir el perdón de los pecados”.

Posterior a la homilía, el arzobispo procedió a dar la bendición al óleo para enfermos, al óleo para catecúmenos y el óleo para el Santo Crisma, donde mezcló el aceite con el perfume para que tenga una mayor duración.

A la celebración asistieron personas de los decanatos de Actopan, Altotonga, Banderilla, Tuzamapan, Coatepec, Naolinco, Perote, Ixhuacán, Xalapa centro, Xalapa norte, Xalapa noreste, Xalapa poniente, así como a los integrantes del Seminario, alumnos del Seminario de Orizaba y sacerdotes de la Pontificia.

Posterior a la misa, cada congregación partió en peregrinación con sus óleos a sus parroquias de origen, en medio de caravanas que portaban sus estandartes y el incienso para purificar su camino.