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Sección: Estado de Veracruz

Presentan en el Congreso reforma para prohibir circulación de camiones de doble remolque

Impacta negativamente en la vida y la seguridad de quienes circulamos por dichos caminos: Eduardo Andrade

Javier Salas Hern?ndez Xalapa, Ver. 25/04/2012

alcalorpolitico.com

Un decreto para reformar el artículo 50 de la Ley de Caminos, Puentes y Autotransporte, para prohibir la circulación de camiones doblemente articulados en cualquiera de sus configuraciones, presentó el diputado local Eduardo Andrade Sánchez.

La Reglamentación administrativa relativa al peso, dimensiones y capacidad de los vehículos de autotransporte, vigente antes de la aprobación de la presente, deberá ajustarse a la misma en un término de 60 días naturales.

En la actualidad, aproximadamente entre 3 mil 500 y 5 mil accidentes y cerca de 900 personas fallecidas al año son provocados en carreteras del país por vehículos con doble remolque y exceso de carga.

Lo más grave y lamentable es el costo en vidas humanas. En los últimos días todos han sido testigos de terribles tragedias como la que segó la vida de estudiantes de Economía de la UNAM y de 44 personas en el norte del Estado Veracruz, las cuales podrían haberse evitado si los camiones que se transformaron en armas mortales hubieran estado en buenas condiciones y se hubieran ajustado a la normatividad.

“La circulación de tractocamiones doblemente articulados por los caminos y puentes de México, impacta negativamente en la vida y la seguridad de quienes circulamos por dichos caminos, lo anterior aunado a que al generar un mayor consumo de combustible debido al mayor peso y congestionamiento de tránsito que provocan, contribuyen a incrementar la problemática de polución ambiental".

Uno de los aspectos que colocan a México en los peores lugares de los países llamados ahora "emergentes", es la inseguridad en sus carreteras derivada del número y consecuencias funestas de los accidentes que en ellas ocurren como resultado de la combinación entre irresponsabilidad, incuria y apetito excesivo de ganancias de propietarios y administradores de empresas transportistas que no dan mantenimiento adecuado a sus unidades, las cuales frecuentemente se observan en condiciones deplorables y, además son sobrecargadas violándose con ello las disposiciones relativas a su peso y dimensiones.

Un primer efecto de esta negligencia es el deterioro de la infraestructura carretera que propicia accidentes y eleva los costos y la frecuencia de las reparaciones e implica un doble desperdicio de recursos públicos, tomando en cuenta que el transporte es una actividad con un tratamiento fiscal preferente que seguramente podría aportar más al erario, y que de éste se destinan cantidades substanciales para reparar los caminos dañados por el sobrepeso de los vehículos.