Primer contacto de menores con sustancias nocivas es a los 12 años: ISSSTE

En la actualidad, la edad de la población que consume alcohol, tabaco y otras drogas duras es cada vez menor, alertó Alejandro Ramírez Morales, jefe de la clínica contra el tabaquismo y adicciones en el ISSSTE, quien apuntó que los menores tienen el primer contacto con estas sustancias a partir de los 12 años de edad.

Reveló que el rango de mayor uso de embriagantes y enervantes va de los 25 hasta los 50 años de edad, de acuerdo a la atención que se presta en la clínica y a las cifras que revela la Encuesta Nacional de Adicciones.

El especialista manifestó que en comparación con otras épocas, la adicción se da cada vez en grupos más jóvenes, primero inician con el tabaco y alcohol y después las drogas duras, como la cocaína, mariguana y el éxtasis.



De ahí la importancia de implementar grupos de ayuda, en esta caso preventivo, en el que se acude a escuelas y centros de trabajo, entregando talleres en los que se visualizan estilos de vida alimentarios, así como de sustancias nocivas para la salud.

En los casos, en los que los pacientes requieren tratamientos específicos, se canalizan a los Centros de Atención Primaria a las Adicciones (CAPA), para que sean atendidos de manera oportuna, de acuerdo a su nivel de adicción.

La clínica contra las adicciones del ISSSTE trabaja desde el año 2000 y por fortuna la población afectada ha respondido al llamado para eliminar estos problemas, “a lo mejor no el número que quisiéramos porque las personas consideran que el alcohol y el tabaco no es grave”.



Ramírez Morales refirió que la adicción más común es el alcoholismo, pero éste deriva en la utilización de enervantes que afectan la salud con mayor gravedad.

Dijo que de acuerdo a los criterios de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) los bebedores en la actualidad no son sociables, sino abusan, es decir, beben hasta embriagarse y provocan serios accidentes, entre ellos lesiones, hemiplejías y hasta muertes por la combinación que hacen con el volante.

“Hay bebedores regulares, que son personas que están habituadas al alcohol, pero que cuando lo hacen provocan accidentes dado que sus niveles de alcohol son muy altos”, explicó.



Por ello, consideró positiva la implementación del operativo de alcoholimetría para evitar accidentes porque el nivel de accidentes es muy alto.