Procuraduría de Medio Ambiente va por cierre del basurero de Veracruz Puerto

Un convenio amañado con la empresa Veolia, firmado por el “ilustre” senador Julen Rementería del Puerto, ha generado un grave nivel de contaminación, dado que los desechos tóxicos que se vierten en el basurero a cielo abierto de Veracruz generan lixiviados que van a parar al mar, por lo que la Procuraduría de Medio Ambiente (PMA) se encuentra haciendo los análisis técnicos y legales para clausurarlo de manera definitiva, advirtió el titular Sergio Rodríguez Cortés.

Alertó que, además hay partículas tóxicas que se desplazan por la corriente de aire y afectan enormemente la salud de miles de personas que viven en los desarrollos habitacionales aledaños a la zona portuaria.

El funcionario dio a conocer que este basurero ha generado problemas medioambientales en la zona, pero la más grave ha sido la contaminación de los mantos freáticos, en específico una laguna que se localiza en el sistema lagunar interdunario de Veracruz-La Antigua y que desemboca al mar.



“No tiene ningún tipo de cuidado de que vaya apegado a la norma ambiental”, dijo el funcionario quien puntualizó que ese sistema lagunar es reconocido como sitio Ramsar, una distinción internacional que se le designa ciertos humedales que son de gran importancia por la conservación de aves acuáticas y para la vida silvestre, en general.

Rodríguez Cortés afirmó que detectaron este hecho después de hacer un recorrido aéreo mediante un dron, pero ahora se realizarán estudios con personal técnico, peritos y biológos, entre otros especialistas para tomar muestras y determinar el nivel de contaminación generado.

En entrevista, apuntó que esta problemática tan grave podría haberse dado desde el año 2007 y además existen hechos trascendentales ocurridos ahí, como el hallazgo de restos humanos, así como un incendio que dejó la muerte de un bombero.



En este contexto, explicó que el convenio que firmó Rementería del Puerto, fue signado de forma amañada, “hoy el ilustre senador les permitió a ellos operar sin que se tuviera la menor medida medioambiental”.

Es decir, únicamente les convoca en este convenio a “recibir y acomodar”, es decir, puede recibir lo que sea y solamente lo acomodaba, es lo que establece el convenio.

Descartó que ese espacio sea un relleno sanitario, como se hace creer, sino un tiradero a cielo abierto.



“Y lógicamente esto nos está llevando a hacer un análisis a fondo porque es un tema muy delicado, tomando en cuenta que se han depositado cuatro millones de toneladas en lo que va de su vida útil”.

En las visitas que han hecho, se han encontrado hasta desechos peligrosos y hospitalarios de empresas establecidas en la zona conurbada.

Manifestó que los exiliados que escurren directamente del basurero se van a la zona aledaña en un terreno bajo y como el suelo es arenoso, se permea y llega a los mantos freáticos.



Explicó que estas sustancias, debido a una zanja abierta, también llegan al río Grande y como consecuencia, arriban al mar.

“Hay un nulo control sobre ellos. Había antes un control, pero desde hace años lo único que hizo la empresa fue tapar esa laguna de lixiviados con la misma basura para poder ganar espacio y la basura únicamente ha estado creciendo hacia arriba y a los lados de manera inadecuada”, señaló.