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Sección: Estado de Veracruz

Profesionales de la salud sienten altos niveles de soledad por pandemia

- Estudio muestra que 57% del personal sanitario ha tenido sentimientos de soledad

- En México, han sufrido principalmente de insomnio, depresión y estrés postraumático

Miguel Valera Xalapa, Ver. 23/02/2021

alcalorpolitico.com


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La docente de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), María Cabello Salmerón, explicó que condujo un estudio realizado entre 1,500 profesionales de la salud, en el cual se recogió que el 54% de este colectivo tuvo sentimientos de soledad durante esta pandemia. Este es un porcentaje altísimo, ya que al preguntar a la población en general este índice no supera el 20%.

Otro dato importante es que durante esta pandemia el 91% no se sintió protegido en esta pandemia, porque no se le proporcionaron los trajes o el equipamiento suficiente para mantenerse a salvo del virus y solamente el 38% se sintió altamente respaldado por sus supervisores, especificó.

Durante el Seminario de Psiquiatría y Salud Mental La soledad en el personal sanitario durante la crisis de COVID-19, organizado la Asociación Psiquiátrica Mexicana y el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) refirió que en México, durante esta pandemia, los profesionales de la salud también han sufrido principalmente de insomnio (52%), depresión (37%) y estrés postraumático (37%).



Comentó que la soledad está definida como un sentimiento negativo de soledad, en el cual la persona siente que sus necesidades sociales no están cubiertas, bien por la cantidad de relaciones que tiene o sobre todo por la calidad de las mismas. “Podemos encontrarnos personas que sienten solas a pesar de que tienen amplias redes sociales y, viceversa, personas que no tienen redes sociales grandes y no se siente solas”.

Indicó que la soledad está vinculada con diferentes problemas de salud. “Se ha encontrado que las personas que se sienten solas de manera crónica tienen alteraciones en expresiones génicas, las cuales tienen un papel muy importante en patrones inflamatorios, relacionados con la supresión de actividad glucocorticoide; esto hace que determinadas enfermedades, como las cardiovasculares sean más frecuentes”.

También, apuntó, el personal sanitario experimenta más malestar emocional y eso le impacta bastante en su calidad de sueño y como sabemos el insomnio está ligado a diferentes problemas de salud a mediano y largo plazo. A su vez, tienen niveles alterados de cortisol y epinefrina y de otros biomarcadores que hacen que los patrones inflamatorios sean más frecuentes y las reacciones de estrés sean más continuadas, lo que los hace más susceptibles a ciertas enfermedades



Finamente, a nivel más ambiental se ha encontrado que quienes se sienten solos toman frecuentemente más alcohol, fuman más, tienen una dieta más pobre, lo cual a la larga los puede llevar a tener más problemas de salud, señaló.

La especialista comentó que, con la llegada de la COVID-19, los profesionales de la salud se vieron altamente expuestos a la nueva enfermedad, aumentó el escrutinio al que están expuestos y los equipos de protección que utilizan para no contagiarse y contagiar a otros, todo lo cual les ha ocasionado altos niveles de estrés. Otro problema es que este sector tiene un mayor acceso a medicamentos y la automedicación constituye un problema a la hora de lidiar con problemas de la salud mental.

“Este grupo ha vivido con sentimientos encontrados desde el inicio de la contingencia sanitaria, ya que debido a su vocación se sentían responsables de parar esta pandemia y curar a la gente, pero al mismo tiempo tenían miedo de contagiarse y contagiar a sus seres queridos cuando llegan a sus casas.

Además, han sufrido discriminación y estigma por parte de la sociedad, ya que se les evitó por estar más expuestos al virus, y algunos de los mecanismos que utilizaban para reducir el estrés no se pueden realizar (ir al cine, salir con los amigos, entre otros)”.

El impacto psicológico todavía es mayor cuando sufren falta de información y medidas de protección, los de regiones con alta incidencia de la enfermedad, aquellos que pasan mucho tiempo consultando las noticias, los que tienen una historia previa de enfermedad física y mental, los que atienden un mayor número de pacientes, aquellos con una percepción subjetiva de riesgo y las mujeres profesionales de la salud, probablemente por el doble rol que desempeñan en el trabajo y en el hogar, concluyó.