Promotores explican y minimizan efectos colaterales de la explotación de la mina

De acuerdo con los promovedores del proyecto minero “Caballo Blanco”, el proyecto es de capital internacional, pero incluye capital mexicano, de tal suerte que Candymin y Minera Cardel no son empresas extranjeras, pues están constituidas bajo las leyes mexicanas, tributan y cumplen con las reglas nacionales.

Durante la reunión pública de información y a lo largo de casi dos horas, explicaron que están concluyendo la etapa de exploración y durante los próximos 12 meses pretenden llevar a cabo su construcción para iniciar la operación.

Rosalío Sánchez Bonilla, gerente de operaciones del proyecto expuso que es una mina a cielo abierto con patios de lixiviación y recuperación por absorción de carbono, ubicado en los municipios de Alto Lucero y Actopan.

La superficie que se pretende afectar es de 334 hectáreas aproximadamente con una inversión total de 385 millones de dólares desde la exploración hasta la operación. La duración es de 6.5 años hasta el día de hoy.

Pretende generar mil empleos durante su construcción y posteriormente sólo 400 en la etapa de producción.

El cerro minado está ubicado a 3.5 kilómetros de la planta nuclear de Laguna Verde. El patio de lixiviación estará ubicado en el rancho El Niño.

Explicó que el minado a cielo abierto contempla tres etapas: perforación, que se llevará a cabo con maquinaria, martillo a fondo para evitar el ruido. La siguiente etapa es la voladura que consiste en llenar los barrenos perforados con explosivos con una carga de fondo o alto explosivo.

A la fecha han usado unos 50 kilos de explosivo. En cada detonación utilizan sismógrafos a 200 metros, pero a la fecha dicen que no se ha registrado movimiento telúrico por la exploración.

Para la tercera etapa, la explotación contemplan usar 200 barrenos en cada voladura, pero han determinado la vibración, pero insistió que por ejemplo de unas 30 que han hecho, lo máximo de distancia en vibración son 550 metros.

En acarreo de material usarán agua para evitar la generación de polvo, mientras que en los patios de lixiviación regarán el material con solución cianurada con una concentración de 200 partes por millón.

No existe un programa de ordenamiento ecológico para el Estado

El director de Operaciones de Corporación Ambiental de México y perito ante los órganos del Poder Judicial de la Federación en materias de impacto, contaminación del suelo y contaminación del agua subterránea, Jesús Enrique Pablo Dorantes; afirmó que en Veracruz no existe un programa de ordenamiento ecológico para el Estado.

El especialista desde un inicio calificó de “tripita” al proyecto minero, ubicado en la unidad ambiental biofísica “Sierras de Chiconquiaco” lo que implica que la propuesta determina que se debe aplicar una política ambiental de restauración.

Admitió que el proyecto está ubicado en dos microcuencas y dentro de un área importante para la conservación de las aves y donde además existe una zona RAMSAR.

Minimizó los señalamientos que se han hechos sobre el entorpecimiento de la migración de las aves y es que no será significativo su efecto, de la misma manera que la zona arqueológica de Quiahuixtlán donde no hay un decreto por parte del INAH, sólo son vestigios que merecen ser rescatados, dijo.

Aseguró que la mayor parte de las hectáreas donde está ubicada es de potrero, mientras que de bosque son 67 hectáreas lo que equivale al 20 por ciento y de selva baja el 3 por ciento, pero la mano del hombre ha contribuido a una gran destrucción del bosque y la selva.

3 mil metros cúbicos de agua por día

Jesús Enrique Pablo Dorantes afirmó que se usará una solución “pobre” de cianuro como agente lixiviante que se preparará en una instalación cerrada. Necesitarán 3 mil metros cúbicos de agua por día.

“Es como si agarráramos una botella de coca cola chiquita y la echáramos en un rotoplas, quisiéramos saber si sabe a algo”, preguntó y la gente se burló y le dijo “a ver, tómatela”.