Protestan croquistas por la décima posición que les dejaron en planilla de Américo Zúñiga

Croquistas de Xalapa marcharon por varias calles de la ciudad hasta llegar a la sede estatal del PRI en protesta por la posición número 10 que les dejaron en la integración de la planilla de Américo Zúñiga Martínez.

Los militantes del tricolor exigen que no se les rezague, pues tienen derecho a formar parte de la comuna como históricamente lo han hecho.

Los croquistas cerraron con candado la entrada del Partido y se manifiestaron en la explanada.



“¡Basta de tanto ego!, ¡queremos un espacio en el municipio!, ¡exigimos la regiduría que nos corresponde!,decían algunas de las cartulinas.

“Nosotros sí representamos, sí tenemos fuerza… no pedimos nada nuevo, tenemos una posición de muchos años y si ustedes quieren quitárnosla, multipliquen, porque esta es una pequeña parte”, expresó Estela García, secretaria general de la Unión de Tianguistas Locatarios y Ambulantes de Xalapa.

Sostuvo que poco a poco se les ha querido desplazar de lo que han ganado a base de trabajo.



Dijo que siempre han estado con el PRI, pues para ellos es el mejor partido, pero pidió que no cierre los ojos a su gente.

“La posición ya la tenemos, existe (…) todavía se puede cambiar, les pedimos que reflexionen (…) no pedimos nada nuevo, no estamos pidiendo algo que no nos pertenezca. Nuestra protesta es por el número en el que vamos, me parece que en el 10”, indicó.

Aseguró que de la CROC son unos 15 mil agremiados, pero tan sólo de Xalapa son unos 7 mil priístas que están en desacuerdo con la posición que les están dejando.



Los croquistas cerraron la avenida Ruiz Cortines por varios minutos y en diversas ocasiones para hacer notar su demanda.

Asimismo, al llegar al PRI estatal cerraron con cadena y candado el acceso principal y una vez instalados con sus bocinas llamaron al dirigente a reflexionar sobre la integración de la planilla de Américo Zúñiga.

La respuesta desde el interior del Partido fue poner la música a todo volumen para evitar que los inconformes siguieran manifestándose, a lo cual los vendedores ambulantes y demás recriminaron que se trataba de una provocación.