Publican Acuerdo para la Reducción de la Mortalidad Materna y Perinatal en Veracruz

A casi 7 meses de su firma y a poco más de 3 meses de haber concluido la anterior administración estatal, en la Gaceta Oficial del Estado se publicó el Acuerdo para la Reducción de la Mortalidad Materna y Perinatal en Veracruz.

El acuerdo signado el 15 de agosto de 2018 contemplaba como meta al cierre de ese año, tener una razón de muerte materna menor a la meta nacional proyectada de 30 por cada 100 mil nacidos vivos y la tasa de mortalidad neonatal menor a 8; los resultados de esa estrategia se podrán verificar en la fiscalización de la Cuenta Pública de ese ejercicio fiscal.

De acuerdo al diagnóstico que sustentó el Acuerdo, en Veracruz, desde el 2010, se han presentado 397 defunciones maternas y 3 mil 673 defunciones neonatales. La mayoría de estas defunciones son prevenibles.



La muerte materna en la entidad se ha concentrado en un 47% de las jurisdicciones sanitarias de Coatzacoalcos, Poza Rica, Córdoba y Orizaba y el 43.4% de estas muertes ocurre en mujeres de 20 a 29 años.

En 2016, más del 55.7% tuvieron atención prenatal; 70% fallecieron en hospitales públicos y por causas prevenibles, asociadas con la calidad de la atención.
Las primeras causas de muerte materna son: la enfermedad hipertensiva del embarazo, la hemorragia y la infección puerperal. Sin embargo, se ha incrementado el porcentaje de las causas obstétricas indirectas; el 63.9% de la mortalidad materna durante el periodo de 2013-2016 se ha concentrado en 42 municipios, de los que únicamente 3 están clasificados como de bajo índice de desarrollo humano (Atlahuilco, Soledad Atzompa y Soteapan).

Asimismo, se señala que Veracruz alcanzó el quinto objetivo del mileno reduciendo en un 76.5 % la Razón de Mortalidad Materna (RMM) respecto a 1990; sin embargo, aún aporta un importante número de estas defunciones a nivel nacional.



La mortalidad perinatal, de acuerdo al análisis de 31 hospitales, realizado con la metodología de City-Match-OPS, en 2016, el 39.4% de muertes perinatales tiene su origen en causas atribuibles a la salud materna, el 26.4% son ocasionados por la falta de cuidados durante el control prenatal, 21.2% de las defunciones se debieron a los cuidados que se brindaron al recién nacido y el 12.9% a los cuidados del niño o niña. 8. De esta manera las mayores tasas de defunción están directamente relacionadas con la salud de la madre y el control prenatal (65.8%, es decir, unas tasas de 6.99 y 4.70 por cada mil nacidos vivos respectivamente).

Se reconoce que aunque ha habido avances importantes, persisten algunas necesidades no satisfechas en materia de educación, promoción, prevención, atención, tratamiento, rehabilitación y acompañamiento tanatológico.

Por lo que se puso énfasis en la importancia de establecer comunicación eficaz en el personal de salud y las mujeres sobre cuestiones fisiológicas, médicas, autocuidado de la salud, educación en salud, uso de herramientas tecnológicas al alcance de todos los profesionales de la salud, referencia y contrarreferencia (RCR), triage obstétrico, seguimiento de guías de práctica clínica, manuales y Normas Oficiales Mexicanas así como brindar apoyo no solo médico, sino social, cultural, emocional y psicológico a las embarazadas de una manera respetuosa.
Estas acciones no solo van encaminadas para salvar vidas, sino para contribuir a incrementar la utilización de los servicios de atención de la salud y fortalecer la calidad de la misma.



Para lograr contribuir a reducir la morbilidad y mortalidad materna así como perinatal, es necesario aplicar nuevas estrategias, fortalecer las existentes, incorporar los avances tecnológicos, capacitación al personal de salud, protocolos de atención homogénea, educación, promoción y prevención en salud, a fin de contar con intervenciones oportunas, eficaces y de calidad.

Para ello, es fundamental trabajar de forma integral, coordinada y eficaz al interior de los Servicios de Salud de Veracruz, así como con las demás instituciones públicas y privadas del sector e incluso de manera intersectorial, a fin de poder incidir sobre los determinantes estructurales y de atención médica, coadyuvando a disminuir las complicaciones en la atención de la morbilidad severa del estado grávido-puerperal, con ello, evitar en lo posible las muertes maternas y perinatales.