En cuanto el señor Gobernador envió su propuesta de reforma electoral se descubrió, gratamente, que los partidos de oposición ya preparaban las propias. Los partidos representados en el Congreso del Estado han dado ha conocer sus pretensiones en este rubro. El PRD muestra un consenso y unidad parlamentaria últimamente inexistente; ha presentado su propuesta de reforma a la Constitución Local; la cual –por gentileza que agradezco- se me ha enviado vía correo electrónico. La propuesta perredista manifiesta puntos de vista que pueden disentir de la opinión mayoritaria si no es discutida y discernida apropiadamente. Se observan en ella despropósitos que requieren ser planteados para su corrección con la finalidad de tener mayor coincidencia.
El PRD propone, de una manera poco clara, un cogobierno integrado por todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso para los años 2017-2018; con ello, garantizar la gobernabilidad, por primera vez, que nunca ha tenido el Estado; en otras palabras, que sean todas las fuerzas políticas las que resuelvan los problemas conocidos y otros que les plantee la ciudadanía; así, nadie podrá acusarse de incapacidad y sí apoyarse unos con otros para encontrar las mejores soluciones. La propuesta, desafortunadamente, adolece de la especificación en cuanto a qué legislatura tendrá la facultad de nombrar al Gobernador Interino, la saliente o la entrante; así como la forma y medida en que serían propuestos los integrantes del Gabinete. La gran vaguedad en estos campos impide mayor análisis; los perredistas tendrán que aclararla. La obscuridad antes señalada produce suspicacias en los principales actores políticos, toda vez que encierra otro problema: la duración en puesto del Gobernador Interino. Los suspirantes a gobernar el Estado desean un periodo normal de seis años; los que rechazan el periodo de dos años –que busca homologar las fechas de elección en el Estado con las federales- son dos Yunes: Pepe y Miguel Ángel. Ambos se oponen a las dos cosas. Héctor se ha agachado.
Buena reforma incluida en la propuesta es la referente a la reducción del número de diputados plurinominales. Se propone reducir a diez las curules asignadas por esta vía. Reforma que vuelve a incluir la figura de sobre-representación permitida: “ningún partido político podrá contar con un número de diputados por ambos principios que represente un porcentaje del total del Congreso que exceda en ocho puntos a su porcentaje de votación estatal emitida”. Con la excepción de que si un partido político, por sus triunfos en distritos uninominales, queda sobre-representado no se le aplica esta hipótesis.
Sin embargo, el fortalecimiento de la democracia a través de la propuesta antes señalada se ve muy disminuida por la siguiente razón: propone el PRD, también, que los diputados puedan ser postulados al mismo cargo por cuatro periodos consecutivos y añade: “La postulación sólo podrá ser realizada por el mismo partido o por cualquiera de los partidos integrantes de la coalición que lo hubieren postulado, salvo que hayan renunciado o perdido su militancia antes de la mitad de su mandato”; igual acontece con la renovación de los Ayuntamientos, aunque los integrantes de estos sólo pueden postularse por otro periodo consecutivo. Esta propuesta demuestra incongruencia con el deseo de fortalecer la vida democrática en virtud de que, el número de postulaciones da oportunidad de ser relecto el mismo número de periodos propuestos. La propuesta debe modificarse reduciéndola a dos periodos, eliminando la exclusividad incluida; mantenerla como está es robustecer la baja producción de leyes y decretos y, en cambio, impulsará la de gestoría de obra y servicio público; tarea que no está incluida en la Ley Orgánica del Poder Legislativo y que facilitará la reelección. En otro contexto, los ciudadanos no son propiedad de los partidos políticos, ni muchos menos son sujetos exclusivos de alguno de ellos; la afiliación o membresía, así como la simpatía por un partido no puede coartar la libertad de expresión y participación, la cual tiene –entre muchas de sus variantes- formas diferentes de manifestación, de intereses sociales, tanto a nivel personal como grupal.
A lo que se suma el principio que dio vida a los partidos políticos: ser un medio y no un fin, para alcanzar el ejercicio del poder, impulsando cambiar el entorno social en conformidad con los principios y finalidades de aquéllos. Aprobar tal propuesta de reforma es comprobar que la partidocracia está acabando con la democracia. Esa es una de las conductas que le han dado vida a la candidatura ciudadana.
La iniciativa de reforma perredista también alude a la modificación de la duración máxima de las campañas, proponen que sea de sesenta días para Gobernador; treinta para diputados y ediles. Lo cual resulta una medida bastante prudente que reduce los costos de elecciones.
Una propuesta que resulta inviable es aquella que refiere a que “todo partido político que alcance por lo menos el tres por ciento del total de la votación estatal emitida para las listas tendrá derecho a que le sea asignado un diputado por el principio de representación proporcional”. Inviable porque existe la posibilidad de que dicho porcentaje, a pesar de ser obtenido, no podrá asignársele ningún diputado, pues, tal derecho corresponderá a quien tenga más votación de los partidos que alcancen ese porcentaje. Tal propuesta da cabida al incremento –soslayado- del número de curules del Congreso local.
La revocación de mandato propuesta por el PRD enuncia requisitos que pueden trabucarla. La incapacidad legislativa puede percibirse desde el primer periodo de sesiones; principalmente, cuando se discute el Proyecto del Presupuesto de Ingresos y Egresos que envía el Gobernador; entonces: ¿por qué esperar año y medio para solicitar la revocación? El porcentaje requerido de electores inscritos en el correspondiente distrito para solicitar la revocación (20%) es exagerado; lo procedente sería ese porcentaje considerando el número de votos válidos en el distrito y, en cuanto a los diputados plurinominales, la revocación sea solicitada por el equivalente al 1% de ciudadanos en relación con los votos válidos emitidos en la circunscripción y con igual porcentaje a favor en el referendo, concederla. La revocación de diputados asignados por vía plurinominal fue excluida en la propuesta.
Las propuestas de la fracción parlamentaria del PRD son positivas, falta depurarlas, fortalecerlas y debatirlas.
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