Que no se critique a candidatos a Rector de la UV e informen lo bueno que han hecho

Sabedor de que son un medio plural y que ofrece la oportunidad de que la gente de a pie pueda expresar sus opiniones en el marco del respeto y la ley, respetuosamente les solicito pueda ser publicada la siguiente reflexión sobre el cambio de Rector en la UV.

Por sus atenciones, muchas gracias.

Fernando Montiel Viveros, teléfono (…), correo (…)




Dejen en paz a la Universidad

Después de darle una trayectoria especial a la Universidad Veracruzana, implementando planes y programas transformadores para hacerla una de las mejores en el país, fue Secretario de Educación en el estado, donde también dejó huella al implementar una serie de programas exitosos como el Programa Vasconcelos, el Canal Educativo, el Consorcio Clavijero, entre otros; pero sobre todo, al igual que en la Universidad Veracruzana con el CENEVAL, sin necesidad de Reforma Educativa, puso a concurso las plazas de nuevo ingreso para los aspirantes a profesores en los distintos niveles, quitándole la secrecía con que siempre se habían otorgado.



Hablo sólo de algunas cosas que hizo Víctor Arredondo Álvarez, por su paso por la rectoría de la Universidad Veracruzana y la Secretaría de Educación de Veracruz.

Considero que esas son de las cosas que deberían de analizar y tener en cuenta todos aquellos que se dicen preocupados por el futuro de la Universidad, ahora que está por iniciar el proceso para nombrar al nuevo Rector de la Máxima Casa de Estudios del estado.

Por favor, dejen de estar descalificando a posibles candidatos, todo con tal de aparecer en los medios como el caso de algunos actores políticos o educativos que quieren, a lo mejor por el ambiente electoral que se vive en Veracruz, convertir un proceso que es exclusivo de los universitarios en el clásico cochinero en que se transforman todo tipo de elecciones que se desarrollan en nuestro estado.



Los que tuvieron el grandioso honor de ser rectores, deberían de estar avergonzados por lo que no hicieron o lo que hicieron mal en la oportunidad que tuvieron, y en el mejor de los casos, hacer propuestas en beneficio de la Universidad por los canales conducentes y no buscar reflectores para a ver si los toman en cuenta para algo.

A los líderes sindicales, que se dediquen a lo suyo, que vean por sus agremiados y dejen de entrometerse en la vida universitaria, ya parece que la Junta de Gobierno va a poner a “la iglesia en manos de Lutero”, por favor, es de vergüenza ver cómo han convertido a sus sindicatos en una verdadera caja de hacer dinero y una agencia de colocaciones para sus familiares y amigos; mejor que agilicen los trámites para que a sus agremiados les otorguen los prestamos del IPE.

Que Arredondo, Cazarín, Porfirio, Andrade, etcétera, etcétera, quieren y pueden o no quieren y no pueden, son cosas que sólo lastiman la de por sí deteriorada imagen de la Máxima Casa de Estudios. Mejor darle tiempo a que se emita la convocatoria respectiva y se inscriban los que se consideren con los méritos suficientes para ocupar el cargo y, sobre todo, que sea la Junta de Gobierno la que en su momento, tome la mejor decisión.



Aclaro, no soy amigo de Arredondo, ni su empleado ni nada por el estilo, al contrario, lo considero una persona fría, nada accesible y difícil, pero sí le reconozco que en el ámbito educativo, para dirigir una institución como lo es La Universidad Veracruzana, o incluso la Secretaría de Educación, tiene los meritos suficientes para ello, pero igual a los que participen en el proceso y sobre todo al que resulte ganador, les otorgo, de inicio, el beneficio de la duda.

Finalmente escribo esto porque soy egresado de la carrera de Derecho y tengo un hijo estudiando Arquitectura en esa grandiosa Institución de la cual, tanto él y yo, nos sentimos orgullosos, por lo que me siento con el derecho a opinar sobre lo que le pase o deje de pasar, más aún si se trata del cambio de la máxima autoridad en la misma.

Muchas gracias



Atentamente

Fernando Montiel Viveros