Rechazados. Deuda y finanzas públicas

Por fin, tras un singular estira y afloja, ocurre lo esperado: el exsecretario de finanzas es arrestado.

Largo y tortuoso camino, pero parece que la luz de la ley y la justicia se abren paso. Se espera que pronto la acción alcance al exgobernador y a otros. El Estado en el centro de atención.

¿Y el tan anunciado y reclamado combate a la corrupción y a la delincuencia gubernamental?



¿Principio del fin de una creciente e inaceptable impunidad?

Claro recordatorio el de Tabasco, a la larga lista de endeudadores irresponsables de todas partes.

Alivio y consuelo para los nuevos gobiernos y sus administraciones que, limitadas y debilitadas, tienen literalmente que pagar las consecuencias. Más limitaciones y sacrificios a la población.



Ahí están. Audaces, cínicos y confiados de que en “el país del no pasa nada”, escaparán a la ley y la justicia. Seguros de que a pocos o nadie, ocupa o preocupa su notoria ineficiencia y creciente desfachatez, su disimulo y complicidad, así como la corrupción y delincuencia, que caracteriza y distingue a muchos de ellos.
Largo y sinuoso camino. Lento el avance, pero ahí va.

Importante tener presente que, respecto al asunto, hay tiempo para la acción justiciera. Total, la prescripción de los delitos por endeudamiento gubernamental tiene en las leyes, formas y tiempos diferentes de prescripción, consignación, enjuiciamiento y castigo.

Deuda pública que como futuro negado, se impone a las presentes y a las siguientes generaciones.



Mientras imparables, crecen y se acumulan las necesidades sociales desatendidas e insatisfechas; se limita o detiene la capacidad gubernamental para ofrecer oportunamente servicios públicos, en cantidad y calidad.

Inocultable y preocupante la situación de las finanzas públicas; crece indignación, inconformidad y reclamo social.

Como el conocido, acumulable y repetido sacrificio, del creciente número de rechazados, de los sin futuro, los del presente negado.



DEUDA Y PRE-SUPUESTOS

En todo caso, en cuestión de presupuestos, el de la deuda pública, debe ser considerado como tema prioritario, junto con otros que integran la agenda pendiente de las finanzas públicas, en particular el de la reforma hacendaria, tan anhelada, como prometida pero hasta hoy negada.



El fortalecimiento de los gobiernos estatales y municipales, su organización, administración, planeación, evaluación y fiscalización, es tan innegable como inaplazable.

Urge erradicar el centralismo hacendario que limita y asfixia a estados y municipios; y también de acabar con el feudoralismo, de los virreyes y caciques locales, amos y señores (y señoras) de la discrecionalidad y opacidad, de la ineficiencia, simulación y poca o nula rendición de cuentas.

La cuestión es que, por lo pronto no pueden esperarse ni cifrarse esperanzas o basarse expectativas realistas, en un posible crecimiento a corto plazo de las finanzas gubernamentales en México. Más aún si se toma en cuenta la situación recesiva o de desaceleración económica que afecta a Europa, a EEUU y al país mismo.



En este contexto, va a ser muy difícil que se tengan incrementos o disponibilidades importantes de recursos públicos.

Diversas causas internas y externas, “hacen que en este 2013 a diferencia de años anteriores, el gobierno federal mexicano no cuente con excedentes, aseguró la Secretaria de Hacienda y Crédito Público” (Universal. 100613).

¿Por qué llamar la atención a este aspecto y qué relación tiene con los rechazados de las universidades e instituciones públicas de educación superior?



La razón es simple, aquí en Veracruz, como en otras partes del país, la posibilidad de atender el exceso de demanda de admisión, se ha basado o encadenado, casi totalmente, al logro de incrementos sustanciales en los subsidios gubernamentales. Es más, prácticamente la actitud se ha resumido en plantarse en: más oferta o admisión, sólo si hay más subsidio.

Hora de replantear el problema, visualizar otras alternativas, explorar otras posibilidades; sin ceder o claudicar en el reclamo por un mayor apoyo gubernamental a la universidad pública.

Replantearlo y discutirlo, frente a los grandes retos, presentes y futuros. En un contexto de amplia y profunda revolución tecnológica, caracterizada por una intensa, extensa y acumulable información, de casi instantánea comunicación; de mayores reclamos y participación social.



Tiempo de recuperar, transformar o innovar diversos tipos de soluciones.

RECHAZADOS

Para este año, como en los anteriores no hay novedad: 15,500 aceptados y 20,300 rechazados. Y eso que para 2013, el presupuesto “armonizado” es superior a 5 mil 700 millones de pesos.



Una vez más se confirma y sostiene el enfoque, la política que convierte a la Universidad Veracruzana, como a otras instituciones públicas de educación superior del país, en fábrica de rechazados; en negación de garantía o falta de oportunidad, para ejercer el derecho a la educación que, por cierto, es un derecho de toda la vida.

Lo que sí es novedad, es que lo acumulado crece. Qué forma de corresponderle a Veracruz.

¿Ya son alrededor de 300 mil, las y los jóvenes veracruzanos, afectados en los últimos 16 años? ¿En cambio, el presupuesto manejado es de más de 50 mil millones en ese lapso?



Otro tipo de inmensa y creciente deuda, sin pagar a las y los veracruzanos sacrificados.

Rechazados, negados, indignados, “prole”, aborígenes, marginados o discriminados. Como se les quiera llamar porque, a final de cuentas y de cuentos, cada uno ha sido excluido en el presente y negado en su futuro.

¿Es esta una muestra, de la mejor vinculación social que puede ofrecerse, a quienes sostienen y mantienen a la institución?



Hay que dar oportunidad a la memoria; para eso está la Historia.

Por cierto, qué es del Consorcio Clavijero. Sesuda aportación de “los expertos en educación”; en su momento, tan presumida y difundida solución, impuesta hace casi 8 años. ¿Quiénes han sido los beneficiarios?

Respecto al contexto actual, en Veracruz, se ha calculado recientemente, que de 5.5 millones casi 550 mil son analfabetas, alrededor de un millón no ha terminado la primaria, poco mas de 2.7 millones la secundaria; y así, el rezago se acumula en los siguientes niveles educativos. El Estado es cuarto lugar nacional en rezago educativo, sin concluir la secundaria.



En cuanto a “los ninis”, así denominados los jóvenes que ni estudian ni trabajan, se estima una población de más de 550 mil. A ellos se suman “los nonos”, aquellos que concluyen sus estudios y juntos, enfrentan como destino obligado el desempleo y subempleo, la informalidad y los bajos salarios e ingresos, con nulas o mínimas prestaciones.

En la entidad, 5.3 millones de veracruzanos no tienen acceso a la seguridad social.

Como se puede constatar hay mucho que atender y pronto.



EL REGRESO AL ORIGEN

En todas partes las preguntas se repiten:



¿Hasta cuantos rechazados se quiere llegar?

¿Y la obligación del gobierno de garantizar el acceso a la educación?

¿Cuándo se entenderá que el primer deber social, la primera obligación, es defender y exigir las garantías necesarias, para el ejercicio pleno de los derechos propios y de los demás?



Es justo, responsable y conveniente abandonar y dejar a su suerte, a buena parte de generación tras generación. A conformarse y refugiarse en la negación como permanente respuesta, a quienes buscan y tienen derecho a una oportunidad. A hacer poco o nada al respecto, como ha quedado demostrado en muchos

años.

#QUE REGRESE

Entre universitarios, se espera la anunciada oportunidad de recibir como se merece a quien bajo supuestos méritos académicos alucina, producto de su adicción… al poder.



En efecto, ha trascendido que, basados en el disimulo, la complicidad y la impunidad, o en la desmemoria y el olvido, algunos dan cuerda y esperanzas, a un no presunto, sino conocido y amonestado culpable, que inexplicablemente sigue siendo prófugo de la justicia.



¿Será recibido como se merece?

Veremos dijo un ciego.