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Sección: Estado de Veracruz

Reconoce la Iglesia católica a familias que se solidarizan con los migrantes

El padre Solalinde y “Las patronas”, entre muchas otras, son una luz entre el encono, tensiones e injusticias

22/07/2012

alcalorpolitico.com

No todo es injusticia y corrupción, también hay historias de luz y solidaridad.

El panorama sombrío que enfrentan los migrantes se tornó aún más incierto a raíz que el ferrocarril dejó de realizar sus trayectos ordinarios. Sin embargo, dentro del cuadro doloroso y desesperante que enfrentan nuestros hermanos migrantes vuelven a surgir historias de compromiso y solidaridad de parte de tantas personas y comunidades que siguen saliendo a su paso como buenos samaritanos.

Nos abruman y desalientan las malas noticias o las malas rachas que llegan como en cascada, como las informaciones que esta última semana han compartido los medios de comunicación: corrupción inaudita en el sorteo Melate, reportes de inseguridad y violencia en diversos estados del país, así como el ataque y las vejaciones a un grupo de jóvenes que se encontraban en un retiro espiritual en El Colibrí, Ixtapaluca.

El panorama se torna aún más preocupante si tomamos en cuenta las controversias poselectorales y la crisis que enfrentan muchos países en el mundo. Todo este panorama precisamente nos hace perder de vista las historias de luz y solidaridad en torno a nuestros hermanos migrantes que siguen sembrando la esperanza en la llegada de un mundo mejor.

El P. Alejandro Solalinde y «Las patronas», además de su labor concreta para socorrer a nuestros hermanos migrantes han venido levantando la voz para exigir el respeto a los derechos de los migrantes y están creando una conciencia en torno a la solidaridad y compromiso con los más desprotegidos.

Pero junto a ellos están tantas historias y testimonios de grupos, familias y comunidades que han sentido un llamado en la conciencia para portarse como hermanos de los más desfavorecidos en su paso para alcanzar en otro país lo que en el propio se les ha venido negando.

Todos estos buenos samaritanos expresan con este apostolado su fe y convicciones que los hacen desgastarse por los más pobres de entre los pobres.
Muchos de los que colaboran en las redes de apoyo y solidaridad con los migrantes también son personas de escasos recursos, pero tienen la capacidad de desprenderse por amor de lo poco que poseen para compartirlo con los que más lo necesitan.

Este testimonio permanente de amor, compromiso y solidaridad hacia los migrantes representa la esperanza en un mundo marcado por el egoísmo, las injusticias, la violencia y la corrupción. La misma Secretaría de Gobernación hizo un reconocimiento a las Iglesias por su gran aportación para construir una red de apoyo y solidaridad en torno a los migrantes.

Las diócesis de México, fundamentalmente las que se encuentran en la ruta del ferrocarril, se han organizado desde hace muchos años para atender esta emergencia humanitaria, expresando de esta manera los grandes valores de nuestra fe cristiana.

No podemos desconocer este panorama sombrío, pero también hace falta destacar y pregonar estas historias de luz y solidaridad. Con todas estas personas, familias, grupos y comunidades contamos a la hora de promover los valores que México necesita para superar el encono, las tensiones y las injusticias que nos mantienen estancados y que no nos permiten construir el país que todos anhelamos.

Pbro. José Juan Sánchez Jácome Director Oficina de Comunicación Social Arquidiócesis de Xalapa
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