La reforma educativa tiene muchos detalles que son susceptibles de mejorar, pero para ello es necesario que el magisterio en su conjunto la conozca a fondo y aporte sus ideas para hacer los cambios que se requieren y mejorarla, recomendó el docente Francisco Ramos Vargas, quien obtuvo el primer lugar a nivel nacional en la primera Evaluación del desempeño profesional docente que se aplicó en diciembre de 2015.
Oriundo de la ciudad de Minatitlán, Veracruz, dijo laborar en la Escuela Primaria Federal “Juan de la Barrera”, de esa ciudad, criticó a aquellos que se atreven a hacer observaciones a la reforma educativa “sin conocer realmente en el fondo cómo es la situación, pero ya cuando estás dentro te das cuenta que no es tan cierto de todo lo que se dice”.
Entrevistado, durante la ceremonia en que juntó con más de setecientos docentes de los niveles de educación básica y de educación media superior recibieron un reconocimiento por parte del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación por haber obtenido el nivel de destacados en la pasada evaluación, reiteró que dicha reforma “tiene muchas condiciones que se pueden mejorar y este tipo de foros y de espacios son los que nos permiten a nosotros opinar y eso es lo que la enriquece”.
Enfatizó que si más compañeros se suman a esta situación podemos dar un mejor resultado; los resultados están palpables, hablaban hace un momento que más del 90% estamos siendo evaluados y con muy buenos resultados, y podemos mejorarlo aún más.
-¿Pero se hablaba que la reforma es más laboral que educativa, por esta cuestión de la evaluación, por no tomar en cuenta los contenidos, cómo lo ve usted? Se le preguntó.
-La evaluación, si se toma en cuenta desde el punto de vista de lo que es la evaluación para detectar mis fallas y así mejorar esas necesidades de aprendizaje que tengo yo, podemos decir que la reforma educativa tiene sus partes nobles. Además, la idea está en los mecanismos que tenemos que encontrar para que esto aterrice en la parte central que son los aprendizajes de los alumnos. Si retomamos lo positivo y tratamos de mejorar el aspecto negativo entre todos los actores estos es, maestros, sociedad y autoridades educativas, seguramente redundará en un mejoramiento de la calidad del aprendizaje de los alumnos, respondió.
De los sacrificios que implica la actividad docente y sobre todo su participación en este proceso evaluativo, detalló que en primer lugar la que más reciente es la familia y los hijos, pero esto se ve recompensado sobre todo en espacios como este, en donde nos hacen un reconocimiento a los docentes, esto nos alimenta y nos llena de energía para seguir adelante.
“Cuando yo supe que la reforma educativa planteaba la evaluación decidí participar voluntariamente, es decir, yo no fui notificado. Yo decidí participar voluntariamente, primeramente, porque tengo la inquietud de hacer las cosas antes que otras personas, para así permitirme de alguna manera tener cierta ventaja, y me adentré en esta aventura por primera vez. Ahí me di cuenta que podemos nosotros afrontar estos retos con muy buenos resultados”, aseveró.
Para lograr este objetivo, finalmente señaló que se preparó académicamente. “Hay que estudiar, pero más que el estudio, es el trabajo en el aula, es decir, en los exámenes te preguntan situaciones en el aula, si tú no vives esas situaciones en el aula no puedes contestarlas, entonces, van de la mano la preparación académica, leer, conocer, pero también el actuar en lo que es nuestra actividad en el aula, el aprendizaje, la enseñanza-aprendizaje”, concluyó.