Relata su “vía crusis” para ser atendida en la clínica 11 y 66 del IMSS de Xalapa

Viacrucis en el IMSS

Acudí a la Clínica 66 el día lunes 20, no tenía cita, así que tuve que madrugar lo más para poder tener un lugar, me tocó ser la sexta y sólo toman 4 ó 5, debía esperar en lista y, si un citado no venía, pasaría.

Más horas pasaron y llegué a pensar que quizá no pasaría o quizás sí, pero ya muy tarde, al final pasé, para entonces ya eran las once, yo había llegado antes de las 6 de la mañana.



Mi doctora determinó mandarme a urgencias, pero de la clínica 11, yo me sentía débil y, al tratarme el médico de urgencias, me inyectó y en pocas palabras o más bien, no con estas palabras, me daba a entender que lo mío no era tan grave, claro, como él no podía sentir mi malestar. También me dijo: “vaya con su doctora de cabecera para que le autorice cita externa con un especialista”.

No supe qué era lo que me habían inyectado y tampoco me dieron un papel que dijera algo de la atención que me dieron, yo ni pregunté de lo mal que me sentía, entonces tomé mis cosas y me dirigí a casa.

Me dije: “tendré que volver a la 66 mañana martes 21”, y así lo hice, pero para ser la primera me levanté a las 3 de la madrugada, a las 4 ya estaba en la 66 y aún no había ni un alma en el área donde me tocaba, con decir que estuve casi a oscuras hasta las 6:00 am. El guardia pasaba y pasaba, pero no sé por qué no encendían alguna lámpara, no podía moverme de ahí porque, como apartaba mi lugar, yo era la primera, así estuve hasta las 7 y media que la asistente sale a ver quién llegó y qué turno fue, pero así me dieron las 8 am porque la asistente según había pedido permiso para llegar tarde.



Después la doctora salió preguntando quién era el primero, yo salté y pasé sólo para que me dijera que me mandaría de nuevo a urgencias porque no había mejoría, pero para mi suerte el sistema se cayó y no podían imprimir la autorización para poder irme; no podía creer que había sido la primera y no podía irme, para entonces ya eran más de las 10 y yo me sentía débil y me mandaban de un lugar a otro hasta que mi doctora estuvo más al pendiente por mi hoja.

Sólo me senté a seguir esperando, por fin salí de la 66 rumbo a la 11 a urgencias por segundo día. Al reportarme en urgencias, en pocos minutos me hicieron entrar pero sólo para que una doctora me dijera que yo había venido el día anterior y que ya me habían atendido, que lo que me habían inyectado hacia efecto en 5 días, ¿pero cómo?, eso no me lo dijeron el día anterior, ahora debía ir al área donde ponen primera cita externa con especialista, que por ser primera vez la cita no suele tardar tanto y yo casi reí, pero aún así fui y la cita era hasta después de mes y medio.

Después regresé con la doctora de urgencias para mostrarle mi cita, le he dicho: “mire, se lo dije”, entonces me ha dicho que vería eso por que la cita debía ser menos tardada; al final me la pusieron para la siguiente semana, martes 28, a las 2:20.



Hoy martes llegué a la una y media, me reporté al consultorio y me dijeron que las consultas iniciaban hasta las 3. Me armé de paciencia me dije: “yo debo ser la primera por la hora que me habían puesto, para que a las 3 me dijera la enfermera que fuera a archivo por mi expediente, y yo: “¿cómo?”

Mi cabeza me decía “por qué debo ir por un expediente, ¿no se supone que es trabajo de las enfermeras?”

No dije nada y me dirigí a archivo, se quedó mi tarjeta y me dijeron que llevarían todo al consultorio, pero cuál sería mi sorpresa que el tiempo pasó y mi expediente nunca apareció; así pasaron horas y no podía pasar a consulta, la enfermera me presionaba que dónde estaba mi expediente y mi cabeza y yo qué sé, eso quisiera saber, en archivo sólo se limitaban a decir que no lo encontraban y me pedían la hoja de urgencias, pero no la tenía porque se la habían quedado en el módulo de primera cita.



En archivo me decían que ellos debían haber pasado datos y parecía que alguien no había hecho su trabajo y los de archivo casi, casi decían: “si a nosotros no nos pasan información, no podemos encontrar”.

Acabaron con mi paciencia y les dije: “haber, no es mi culpa, yo tengo que pasar a consulta, ¿no pueden hacerme un papel provisional?, ¿con quién debo hablar?”, me mandan con un tal Ávila que, después de esperar resulta que está de vacaciones.

Menos mal que un señor que esperaba ahí me dijo: “mire, ahí está su asistente”, enseguida le dije: “anoto mi nombre”, para entonces ya son más de las 5, pero no me le despegué y él sigue dando vueltas y no ha parado en archivo y lo sigo hasta que fue a archivo y ahí empezó a alegar lo que ya me habían dicho, sólo quería una solución y él no me la daba.



Otras personas le hablaban y yo “oiga, ¿cuál es el siguiente paso?”, y no me decía hasta que le dije que le hablaría a la enfermera para que en archivo le explicaran; así lo hice y la enfermera me contestó que venga alguien de archivo a hablar con la doctora.

De nuevo me dirigí a archivo para decir: “por favor, que alguien vaya a hablar con la doctora sobre lo que sucede”, mucho después alguien vino al consultorio, después de 5 minutos me hicieron pasar para que la doctora me interrogara de lo mismo que se dijo hasta el cansancio, menos mal que ya tenía adelantado unos estudios particulares, de lo contrario me darían cita en 2 meses más.

Fue todo tan difícil y estresante, y así como mi caso, hay muchos mas



Saludos señor Director y todo el personal de al calor político.