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Sección: V?a Correo Electr?nico

Responde Luciano Blanco a acusaciones y señalamientos de Ricardo Ramírez

- Siente indignación por una reseña histórica sobre la lucha política por la alcaldía de Tantoyuca

- “Me sorprende su óptica psicoanalítica que va mas allá de las genialidades de Freud”, dice

13/06/2013

alcalorpolitico.com

Carta a Don Ricardo

Licenciado Joaquín Rosas Garcés
Director del portal informativo
Al calor político

Señor Director



Por la presente y mediante su muy distinguido medio de información, quiero sumarme públicamente a las filosóficas figuras literarias que sobre mi vida teje en una infame fusilata Don Ricardo Ramírez Juárez, en su columna En Privado del medio de comunicación Graficoaldia.com, publicada el día 13 de de junio.

Los conceptos que sobre mí vierte, seguramente serán ciertos, vistos desde la perspectiva de un hombre iluminado y triunfalista como seguramente lo es usted. Me sorprende su óptica psicoanalítica que va mas allá de las genialidades de Freud, al clasificarme como un ser que habita en el mundo de la mediocridad, que no he pasado de ser un triste gato (pobre gato) (Morris) y sabe que no tuve la capacidad de alcanzar (las muy honrosísimas para mí) ni siquiera las postulaciones de suplente de alcalde o de diputado local, a las cuales presume que aspiré.

Su nota supuestamente está basada en la indignación que siente por una reseña histórica sobre la lucha política por la Presidencia Municipal que se vive en el municipio de Tantoyuca, en la que después de reseñar las batallas épicas de Don Quintín Mendoza Nicolás por conquistar la tierra y reivindicar a los jodidos, a sus iguales. Dije: “ El pequeño Quintín, iluso y soñador como el indio de Guelatao, sueña con ser Presidente de Tantoyuca, como Juárez en su momento se aferró contra la fuerza del poder a proclamarse Presidente de la República”.



Si supiera usted, Don Ricardo, que esta analogía parafraseada en síntesis por decenas de activistas, es el motor de la campaña de Quintín con la que va unificando y sembrando esperanzas en torno suyo, mostrando que sí se puede llegar y que su condición indígena no es una limitante. Además cualquier mortal de este planeta se engrandece y se sentiría orgulloso de tan enorme distinción.

Es cierto que en mi crónica le llamo soñador, idealista, romántico, porque tengo la seguridad de que sólo los idealistas, soñadores y románticos triunfan por el caudal de iniciativas e imaginación que poseen. Parafraseemos a Napoleón, “la imaginación mueve al mundo”

Me extraña sobremanera que usted se ocupe de un tema que visiblemente desconoce, como es la entraña misma de la elección local, y que se ocupe tan bien documentado de un personaje hasta ahora anónimo, tal parece que el padrinito de Quintín, que es un funcionario que se dedica a espiar políticos y a perseguir periodistas, lo haya proveído bastamente de material sobre el tema y un enjundioso currículum sobre mi persona.



No me incomoda que me coloque como ex miembro de la dirigencia estatal del PRI, partido del que me siento orgulloso de pertenecer y en el que haré hasta el último esfuerzo por mejorar, pero desde dentro, de afuera sólo se ensucia.

Finalmente reconozco como ser humano mis debilidades e imperfecciones, mis limitaciones físicas e intelectuales, pero en el Ara, sería capaz de jurarle que jamás fue mi intención ofenderlo ni a usted ni a nadie, ni en sus personas, ni en sus conceptos, ni en sus ideas, si así fue, mis mas sentidas y sinceras disculpas públicas.

Y desde acá Don Ricardo, acépteme un respetuoso saludo.