Rezago histórico en Congreso; iniciativas tienen en la “congeladora” más de un año

La 65 Legislatura de Veracruz marca una etapa gris en la vida política de la entidad al tener un rezago histórico sin precedentes en materia de dictaminación de iniciativas de reformas y de creación de leyes.

Tan sólo el grupo legislativo de Acción Nacional tiene más de 90 iniciativas en la “congeladora”, algunas de ellas desde hace un año, cuando la propia normatividad señala que se tienen que dictaminar en un plazo de 10 días posteriores al turno a Comisiones, señaló Omar Guillermo Miranda Romero, diputado coordinador de la bancada albiazul.

Dijo que sería un orgullo que esta 65 Legislatura se distinguiera por su productividad y por su trabajo legislativo a favor de los veracruzanos.



Sin embargo, aseveró que en las últimas semanas se ha distinguido por temas escandalosos (nepotismo y corrupción) que se vierten por diputados integrantes del Congreso.

Lamentó que lejos de privilegiarse la productividad, se justifica la falta de trabajo con la reciente reforma al Cuarto Párrafo del Artículo 66 del Reglamento para el Gobierno Interior Poder Legislativo, que “reglamenta” las excitativas (exhorto a una o varias comisiones, según sea el caso, para que agilicen la dictaminación de iniciativas).

Aseveró que si realmente se pretende erradicar el trabajo legislativo se debe presentar una iniciativa de reforma para imponer sanciones a los presidentes de Comisiones que soliciten prórrogas injustificadas para dictaminar iniciativas o que no dictaminen en los 10 días posteriores, como es la remoción de la Presidencia.



Con la reciente reforma se establece que sólo el autor de la iniciativa, ya no cualquier diputado, podrá presentar una excitativa y entregarla a la Junta de Trabajos Legislativos hasta con 48 horas de anticipación para que se agende en la siguiente sesión.

Con ello, ya no se podrán presentar en manera espontánea durante las sesiones, toda vez que la Comisión de Gobernación consideró que las excitativas sólo se habían convertido en una forma de dilatar las sesiones con “premeditación, alevosía y ventaja”, sabiendo que los presidentes o secretarios de las Comisiones no tenían al alcance los elementos para argumentar o acreditar el retraso de los dictámenes.

La reforma señala que "se mediare excitativa del presidente para la presentación de un dictamen, entregada por el autor de la iniciativa a la Junta de Trabajos Legislativos, por lo menos con 48 horas previas a la celebración de la siguiente sesión, el presidente de la comisión explicará al Pleno o a la Permanente las razones de la demora".



Si no se cumpliera el requisito del término, el presidente de la Comisión remitirá el escrito de su respuesta al presidente, dentro de los dos días hábiles siguientes al de la notificación de la excitativa, quien la enviará al interesado y ordenará su publicación en la página de Internet del Congreso.

Al respecto, Miranda Romero manifestó que con esa reforma sólo se solapa la falta de trabajo legislativo, se justifica y esconde el rezago y se establece que el turno de las iniciativas será la “congeladora”.