Romper cristales, arrancar letreros, son delitos que no se justifican por ser “ímpetus juveniles”

Estimado Psicólogo Joaquín Rosas, agradezco la publicación de esta réplica a la respuesta que me dio el señor Vicente. Muchas gracias.

Estimado Don Vicente.

No dudo ni por un momento que entre estos impetuosos jóvenes esté un futuro Alcalde, o un diputado, o quizás un Presidente, no, no lo dudo. Sólo ver la conducta de los angelitos me queda claro que van que vuelan para grillos y delincuencillos de altos vuelos. Sí, yo también tuve esa edad, incluso fui a la misma escuela que ellos.

Sin embargo, a diferencia de estos amorosos nenes jamás destruí la propiedad ajena de nadie y hasta donde me tocó vivir, ninguno de mis compañeros utilizó la parada del autobús para realizar actos vandálicos.

Repito: Actos vandálicos.

¿Le parece que la policía esté para ponerlos en su lugar? Porque un acto vandálico como romper cristales, arrancar letreros de negocios, etc, son delitos que no se justifican ni por ímpetus juveniles ni por absolutamente nada. Respecto a las demostraciones afectivas de los hombres y las señoras de la secundaria, que dudo sean señoritas, eso lo dejo a la consideración de sus padres, ellos sabrán si toleran que sus hijas ya en plan de señoras de costumbres y normalidades light se exhiban así.

Ojalá se tomara la consideración de mover la parada del autobús para que ese “ratito” que es más de una hora. Porque al menos yo no voy a salir a repartirles golosinas para premiarlos por su festín de inmadurez. Ah y que usted o yo alguna vez hayamos tenido esa edad debería de obligarnos a exigir a estos muchachos que ellos fueran mejor que nosotros, y no una mala copia generacional de aquellos entonces. A ver cuántos letreros arrancan hoy, a ver cuántos vidrios aparecen rotos mañana… mientras tanto que sigan haciendo de las suyas con el beneplácito de gente como usted.

Angélica