Una nueva carta del Obispo me ha llegado
Varias veces he afirmado, y lo haré hoy una vez más, que no me interesa hablar ni saber nada del Obispo hasta que no asuma su responsabilidad delante de la justicia y de la recta razón reparando daños y pidiendo perdón por sus ofensas y por su campaña de difamación que hace años emprendió en mi contra, sea de palabra ante algunos amigos que me han remitido sus comentarios, como por escrito en un documento que envió a la casa Alberione de Guadalajara.
Cuando me fui a Cancún le pedí y el Obispo acepto, me hiciera una carta de recomendación dirigida al Obispo de Quintana Roo para que yo pudiera ejercer allá el ministerio sacerdotal ayudando a algunos sacerdotes amigos de esa diócesis; llegó el día de presentarme en la Universidad donde fui a trabajar y nunca me entregó dicha carta diciéndome que me la haría llegar con el entonces Secretario Canciller… en año y medio nunca recibí dicha carta y por supuesto que no la entregué. A mi regreso y hasta la última vez que hable con él no cesó en reclamarme que no lo obedezco porque no entregué esa carta y mi respuesta fue, es y será siempre que no recibí dicha carta… poco le importó lo que yo diga hasta que finalmente bajo amenaza de suspensión del ministerio en Cholula Pue. me obligó a arrodillarme ante él y prometerle obediencia y respeto y nunca aceptaré lo que me contestó, no tiene nombre su agresiva actitud, contradice todo lo que el Sr. Sergio Obeso me enseñó que es un Obispo y por si fuera poco este Obispo de Córdoba se llena la boca diciendo que yo tengo problemas con la autoridad y hasta enfermedades psicológicos que provocan esa falta de respeto a la autoridad. Por eso me mandó a Alberione ¿No le parece denigrante lo que hace el Obispo? Y todo porque como él usa la mitra cree que sólo él tiene razón, que puede insultar, difamar y destruir a quien sea, porque además ha de creer que la Iglesia empezó a existir desde que él es Obispo.
Después de mi estancia en Alberione vino a Córdoba la Psicóloga Terapeuta de Alberione Celia Rosa Lyn De Juan a dar un curso al presbiterio de la Diócesis, en ese contexto Celia fue testigo de cierto diálogo con el Obispo, estábamos el Obispo, Celia y un servidor… el tema fue que yo debía confiar en el Obispo y él se comprometió a respetarme y aseguró que podría confiar en él y no me defraudaría… Cito a Celia para que lo verifiquen si gustan…
Después de un tiempo de meditación y todavía con desconfianza, porque siempre he percibido que el Obispo es un corrupto traidor, me acerqué a pedirle consejo para aclarar y resolver el problema de la relación marital del P. Margarito con la Sra. Lucina, que ya había escandalizado a varias personas de la Parroquia de la Lupita…Ya conocen las consecuencias de Creer y confiar en el Obispo Patiño. Maldita sea la hora en que confié y me acerqué ese Obispo perverso y depredador. Juro por mi santa madre (no puta como él dice) que jamás le creeré nada aunque me cueste la vida si no repara los daños de su irresponsable proceder…
Le recuerdo algunas amargas experiencias:
1.- Escribió un documento dirigido al equipo terapéutico de Alberione plagado de mentiras difamatorias en mi contra utilizando lo que la amante del P. Margarito pudo inventar en mi contra con una fuerte carga emotiva de llanto y dolor actuado para impresionar y lo logró porque el Obispo es tan estúpido que a esos gimoteos les atribuye valor científico y dogmático, según lo hace constar en su carta. Además se lo ocultó a usted y al Consejo presbiteral… sólo les enseña lo que le conviene y cómo se entiende que a usted lo llama como testigo y no le muestra la verdad completa… ¿no cree que lo esté a usted manipulando?
2.- Recibí burlas por el proceso que llevé en Alberione con afirmaciones del Obispo como esta “Esas son chingaderas” y otras ironías inauditas que no menciono por respeto al equipo terapéutico de aquella venerable institución; recibí gritos de histeria y amenazas de quitarme de la parroquia y de suspenderme del ministerio si no le prometía Obediencia y respeto… (nada tiene que ver todo este drama del Obispo con el hecho de haber ido a verlo para solicitar su apoyo a favor del P. Margarito, más bien su intención era humillarme para así resolver el problema de la carta que nunca me entregó e hinchar su ego y prepotente autoritarismo) el P. Javier, Vicario General insistió que me arrodillara ante el Obispo, lo hice y expresé la promesa de Obediencia y respeto, a lo que él respondió “Que te lleve tu puta madre” entiendo que de ese modo rechazó mi compromiso y yo asumí que el Obispo asumiría las consecuencias… al día siguiente le renuncié a la parroquia y me retiré del servicio pastoral, a los pocos días le entregué mis renuncia a la parroquia y fue cuando me retiró las licencias ministeriales, debo decirle que en el borrador que me enseñó en su casa de que aceptaba mi renuncia y me daba permiso de hacer una pausa NO MENCIONÓ NADA DE RETIRARME LAS LICENCIAS, pero como es de hipócrita y esto no puedo probarlo dirá que miento… ya dije que no me importa nada de él. El resto de la historia lo conocen de sobra.
Por todas estas razones mi postura actual es la misma:
1.- No me interesa hablar con el Obispo ni leer sus cartas porque conozco su discurso contradictorio plagado de mentiras y amenazas que sólo demuestran su prepotente autoritarismo y su ineptitud para ser Obispo, padre y pastor…. Su conducta y su discurso es más de tirano que de padre, y no se ve por donde practique lo que la Iglesia enseña y espera de los Obispos. Yo no lo veo como padre y pastor, sino como un envidioso tirano depredador que lleva años queriendo acabar conmigo, con mi ministerio y con el aprecio que hasta hoy muestran muchos fieles por mí, cosa que él no ha sabido ganarse y por eso lo envidia.. y como no puede tener el cariño del pueblo ha intentado, conmigo y con otros muchos sacerdotes, quitar del camino a quienes brillamos más que él. (Pregúntenle como le ha ido a otros sacerdotes a quienes desprecia y ha bloqueado desde que llegó).
2.- Les refiero la presencia de Celia de Juan para que constaten que el Obispo no es un hombre de palabra, no cumple lo que promete, no sabe hacer honor a su palabra, es falso y miente cada vez que se le antoja y seguramente piensa que por usar mitra tenemos que aceptar su falta de integridad moral, cosa que para mí es inadmisible. Por eso es mejor si no le creo no tengo obligación de escucharlo ni de enterarme de lo que piensa, hay muchas pruebas de que es perverso y corrupto, usa falsas promesas como anzuelos para atrapar y destrozar a quien se le acerque; ha usado la información que le confié de Alberione para acusarme de no tener identidad sacerdotal y hasta de conflictos de orden psiquiátrico… él no sabe nada de eso y los informes de Alberione son más creíbles y nunca los tomó en cuenta. Estoy seguro que me envió a esa casa de atención a la salud sacerdotal para tener elementos y poder acusarme de demente y de otras carencias psicológicas o desajustes de la personalidad… es más ya lo hizo… ahora sólo espero que lo pueda probar y si no que pida perdón por haberlo hecho… Tal vez quiso comprar información con la que pudiera perjudicarme… esa es su responsabilidad, que asuma las consecuencias.
Gracias a Dios lo que reporta el personal de Alberione me exime de daños graves y de desajustes y conductas perturbadoras… sé que estoy sano y no tengo de que preocuparme… además lo que allá logré aprender y conocer de mi mismo me ha servido para confrontarlo, para enfrentar su arremetida fascista con la que intenta destruirme y quitarme los derechos que me corresponden por ser sacerdote y para tener el valor de decir la verdad sin temor a sus amenazas, por eso cuando me amenazó de quitarme la parroquia se la entregué para que sepa que puede disfrutar su prepotencia a su antojo, su actitud como Obispo es una desgracia para Córdoba; pero nunca renunciaré a mis derechos ni a mi dignidad y continuaré reclamando justicia sin importar las consecuencias de su prepotente actitud, sin temor a su autoritario uso de la mitra ni a su tirano modo de levantar el báculo, será Obispo pero padre y pastor… no lo será nunca.
3.- No me volveré a exponer a que dañe mi autoestima con sus arrebatos de ira, como lo hace con casi todos los sacerdotes a quienes trata como pendejos y los denigra, los ofende y desprecia sin medida… recuerden que el P. René Cessa le escribió una carta para reclamarle por sus ofensas y para pedirle que lo respetara… y que el P. Jorge Montero también le pidió que si quería ser respetado nos respetara… parece que esto no lo entendió muy bien y alguien necesita recordárselo. Yo prefiero mantenerlo lejos de mi vida, porque todos sabemos que el Obispo es como el Rey Midas en negativo… es decir: “Todo lo que toca lo destruye”; pregunto: ¿Con qué cara y con qué ética pide a todos los sacerdotes “Obediencia y respeto” al renovar sus promesas sacerdotales durante la Misa Crismal…?. Uno juega a ser el gran Pastor todo bondad y los demás juegan a que lo obedecen y respetan, aunque en realidad muchos lo critican y se burlan de él a sus espaldas.
4.- Les recuerdo que varias veces he pedido reparación de daños, respeto a mi dignidad y a mis derechos y que pida perdón por sus insultos y ofensas a mi santa madre. Cómo esto no se ve venir solicito a cada sacerdote que me conoce y desee apoyarme para trasladarme al lugar donde me ofrecen trabajo, que separen $ 1,000.00 de lo mucho que Dios y la generosidad del pueblo les ha dado y los depositen en mi cuenta de Banamex 0893435301. Pediré a Dios les premie su generosidad y les estaré inmensamente agradecido. “Dios ama al que da con alegría”.
Gracias por su atención, apoyo y paciencia.
P. Pablo Hernández Mojica
Abril 2009.
Por las cartas anteriores publicadas, el padre Hernández Mojica se refiere al obispo de Córdoba, Eduardo Porfirio Patiño Leal, que no menciona en esta ocasión con su nombre completo