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Se derrumba el Águila y toca fondo

Juan Carlos Plata Xalapa, Ver. 15/05/2007

alcalorpolitico.com

En 18 juegos que ha dirigido el dominicano Bernardo Tatis, el Águila ha acumulado sólo 4 victorias (una contra Yucatán, dos ante Tigres y una a Campeche), y ha perdido 14 (5 con Leones, 4 con Tigres, 2 con Piratas y 3 contra Olmecas).

Tatis tomó el timón jarocho con el equipo ubicado en quinto lugar de la zona y ahora se encuentra en el último lugar.

En seis series disputadas el saldo es evidentemente negativo. Los números acumulados son los siguientes: 17 victorias, 30 descalabros, y se encuentran a 14 juegos del primer lugar –que comparten Diablos y Tigres–.

El picheo, hasta hace 2 semanas fuera el cuarto de la liga, ahora es el octavo, con 4.55 de carreras limpias admitidas en 415 entradas y un tercio. Los lanzadores jarochos han permitido 448 hits 48 cuadrangulares), 245 carreras (210 de ellas limpias); han regalado 166 bases por bolas y ponchado a 22 oponentes.

Los pitchers abridores han ganado 12 juegos y perdido 16; mientras que los relevistas han ganado apenas 5 y perdido 14.

El gran problema que enfrentará Tatis durante esta semana, es que los pitchers 1 y 2 de la rotación están lesionados, el cubano Hansel Izquierdo tiene un esguince en el codo derecho y estará fuera una semana como mínimo, y Adolfo García Layna sufre un esguince en la rodilla derecha, sin que hasta ahora se sepa cuántos días estará fuera de circulación.

La ofensiva, que en la última semana vivió uno de sus peores momentos de la temporada, promedia .270, con 428 hits (33 de cuatro esquinas), 211 carreras impulsadas; los bateadores emplumados han recibido 191 boletos gratis y se han ponchado un total de 261 ocasiones.

Números que sólo les alcanzan para compartir el último lugar de la liga, empatados con los Piratas de Campeche.

En este renglón, la última vez que el orden al bat jarocho se vio sólido fue en el tercer juego de la serie contra Campeche (cuando anotaron siete carreras), pero se espera que con la llegada del norteamericano Pat O’Sullivan (quien sustituyó al venezolano Rafael Álvarez) y del curazaleño Randall Simon (que llegó en lugar de Bryan Nelson), los números ofensivos de la novena roja se incrementen y pongan al equipo en la pelea.

La única buena noticia, parece ser que el dominicano Willis Otañez ya estará de regreso para la serie contra Oaxaca, ya recuperado del accidente automovilístico que sufrió el viernes pasado. Por lo que Tatis podrá utilizar a los tres extranjeros en la parte media del orden al bate.

Esta serie de malos resultados, también han impactado en la tribuna, ya que la gente, que en un principio acudía en mayor número a los juegos de local, ha empezado a pensarlo dos veces y las entradas han sido cada vez menores.

Se ha dicho que el picheo de relevo ha sido la clave para la mala racha, pero lo preocupante es que el mal se ha esparcido a otros departamentos (ayudado por las lesiones), y ahora ni la ofensiva ni el picheo abridor ha sido el de inicio de temporada.

Si algo ha caracterizado a Bernie Tatis desde su llegada a México –desde su época como jugador– ha sido la bravura y el coraje, talante que suele imprimirle a las novenas que dirige, por lo que se puede esperar que los Rojos del Águila –una vez empapados de la filosofía y acostumbrados al trato con Tatis– vuelvan a ser el equipo peleador y aguerrido que fueron el inicio de la campaña.

Poco antes del inicio de las hostilidades de la liga, la directiva dijo que este año se intentaría tener un equipo más concentrado, y precisamente por eso se dejó ir a jugadores que habían cumplido su ciclo o que no habían rendido lo esperado en el equipo, y se trajo a peloteros nuevos y de probada calidad.
La expectativa sigue siendo alta, dado el potencial de la novena, pero las dos semanas anteriores nos han enseñado al mismo equipo de años anteriores, que sólo sobrellevaba la campaña y no aspiraba a nada serio.

Es hora de que los jugadores, el cuerpo de coaches y la directiva empiecen a cumplir con las expectativas creadas antes de la temporada, porque hay con que hacerlo.