Se llena de color y música desfile de aniversario del triunfo de México sobre franceses

Bajo el sol ardiente, decenas de soldados, marinos y un puñado de autoridades federales, estatales y municipales, celebraron el 150 aniversario del triunfo de la República, evento que se hizo en la explanada del Malecón de Veracruz.

Desde las 6:00 horas, los contingentes de soldados de la SEDENA estaban formados en la explanada, donde el sol arrasaba sus rostros, a espera de que el evento empezará, pactado para dar inicio a las 9:00 horas.

Además de los uniformados, llegaron las “marching bands” de Xalapa que cerrarían el desfile, así como decenas de jóvenes estudiantes del CONALEP y COBAEV.



Se llegó la hora del inicio, aunque el sol ardía en los rostros de los combatientes, quienes estoicos miraban al frente, inmóviles en la posición que se les fue asignada.

Diez minutos antes de las 10:00 horas, empezaron a llegar las autoridades de los tres niveles de Gobierno e inicio la ceremonia.

Uno a uno dieron sus discursos, entre los que destacaron el presidente de la Academia Nacional de Historia y Geografía, Luis Maldonado Venegas; el comandante de la Sexta Región Militar, Juan Manuel Rico Gámez y el gobernador Miguel Angel Yunes Linares.



Los discursos tardaron alrededor de más de una hora en desarrollarse, tiempo durante el cual los funcionarios reían, platicaban o bostezaban cobijados bajo la sombra fresca de un enorme carpa blanca.

Mientras las autoridades esperaban a que transcurriera el evento, ajenos al calor, guarecidos bajo la sombra, algunas soldados no aguantaron la intensidad de los rayos solares y se desplomaron en el suelo caliente.

Sus compañeros las socorrieron y las colocaron detrás del templete de prensa, donde fueron socorridas por algunos reporteros quienes les brindaron agua, aire fresco mediante abanicos y mentol liquido para que sus rostros pálidos recuperaran el color.



Alrededor de las 10:45 empezó el desfile que duró una hora, tiempo durante el cual continuaron cayendo otras soldados, siete en total, quienes se desprendían de las boinas verdes, guantes y pecheras con las que estaban ataviadas para intentar refrescar sus cuerpos.

Chapeadas y de mirada lánguida, esperaban un rato a que sus cuerpos recuperaran fuerzas para reintegrarse a los pelotones, aunque una de ellas no logró reincorporarse al presentar taquicardia debido a la insolación.

Esta situación pasó desapercibida por las autoridades, quienes frescos y radiantes, aplaudieron al término del desfile para encerrarse en los galerones climatizados del faro “Venustiano Carranza” donde sostuvieron una reunión privada.