Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Estado de Veracruz

Si Gobierno y Fiscal siguen pleito, crimen sólo se seguirá “pitorreando”: Jairo Guarneros

Se deben dejar atrás los dimes y diretes, dice el activista

Lissette Hernández Orizaba, Ver. 25/06/2019

alcalorpolitico.com


Click para ver fotos
Ya no hay pretexto para que el Gobierno estatal y el fiscal general del Estado, Jorge Winckler Ortiz, no trabajen coordinadamente en pro de los veracruzanos, pero si deciden seguir con la guerra de acusaciones entre ambos, lo único que van a lograr es que quien delinque se siga “pitorreando” de ellos y continúe infringiendo la ley, expresó el líder social Jairo Guarneros Sosa.

“Desde que inició este gobierno y con los pleitos entre Fiscalía y Gobierno del Estado y, de vez en cuando con el pagador de emergencia que era el Secretario de Gobierno, parece que aceptaron ya sentarse y por lo que veo, ojalá, sea para trabajar. A partir de esto ya no existe pretexto para no hacer algo en contra de la inseguridad, porque parece que quienes cometen los actos delictivos no sólo están agraviando a la población, sino se están pitorreando de la policía militarizada que sólo le cambiaron el nombre, de la Policía Estatal y de las fuerzas que andan en la región, de la Fiscalía y del propio Gobierno del Estado”.

Añadió que se espera que la reunión de seguridad efectuada ayer en Ixtaczoquitlán en la empresa Talleres y Aceros sirva para dejar atrás los dimes y diretes, así como ataques de que, ya sea la Fiscalía o el Gobierno Estatal, no efectuaban labor, acusaciones que se daban de manera mutua.



Aunque en realidad, expresó que ambos no han cumplido con tareas que tendría que ejecutar. Y es que destacó el entrevistado que la Fiscalía no ha hecho bien su trabajo, pues quienes han cometido ilícitos están libres y en el caso del Gobierno del Estado tampoco ha cumplido con su obligación en materia de prevención del delito.

Añadió que uno de ejemplos de que ambos no han efectuado bien su trabajo, es el número de mujeres que han sido privadas de la vida, pues no tendrían por qué haber muerto y sus agresores ya deberían estar pagando por su crimen.