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Universidad Anahuac

Sección: Estado de Veracruz

A casi 100 días

Sin resultados esperados en gobierno de Cuitláhuac; hay “algunas torpezas”: Iglesia Católica

- Suazo Reyes lamentó que no se ve con claridad un plan o proyecto estatal y eso está generando malestar y preocupaciones

- Conminó al gobernante a tomar el timón y dar dirección a lo que hay, con lo que se tiene y dejar de echar culpas

Javier Salas Hernández Xalapa, Ver. 08/03/2019

alcalorpolitico.com

En la víspera de los primeros cien días de la actual administración estatal que preside Cuitláhuac García Jiménez, la Iglesia Católica ve con preocupación que no se están dando los resultados que se esperaban, que ha habido “algunas torpezas” en la forma de gobernar y que ante la falta de resultados se está en los límites de un estallido social.

El vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, José Manuel Suazo Reyes, lamentó que no se ve con mucha claridad un plan o un proyecto estatal y eso está generado malestar y preocupaciones en los ciudadanos, por lo que conminó al gobernante a tomar el timón y dar dirección a lo que hay, con lo que se tiene.

“Son muchos los lamentos que este pueblo sigue expresando y que no vemos con mucha claridad los resultados que se esperan. Ante esta falta de resultados o hechos contundentes podemos estar como que en los límites de algún estallido social”.



Dijo que Veracruz sigue teniendo una gran deuda social, no sólo económica y los ciudadanos se sientes desprotegidos porque hay problemas de inseguridad que no se ha controlado y que está generando mucha violencia.

“Es alarmante el número de homicidios que están sucediendo, han crecido, las cifras no miente, con mucha frecuencia lo vemos en la misma ciudad de Xalapa, esta presencia de asesinatos, de secuestros, de un ambiente muy violento”.

Suazo Reyes expuso que el gobierno anterior de dos años se la pasó echando culpas y buscando culpables y ahora se observa que se empieza a replicar lo que tanto se criticaba y eso es lo que genera desaliento, desanimo, inconformidad y malestar.



Y eso –insistió– puede ser más grave, que ante esta falta de resultados o hechos contundentes “estamos como que en los límites de algún estallido social. Yo preguntaría, si es que alguien opina lo contrario, que demuestre otros resultados”.

Vemos con preocupación que se está cayendo, “poquito”, en simplemente mirar hacia atrás.

“Nos dicen que así dejaron el Estado, que dejaron un desorden; ya llevamos (casi) cien días y yo creo que cualquier gobernante, cualquier buen administrador tiene que tomar el timón y dar dirección a lo que tenemos, con lo que tenemos”.



Indicó que la política cuando se vive o se celebra como la búsqueda del bien común y es una cosa necesaria, pero es un arte porque se debe saber conjuntar a todas las fuerzas, saber dialogar, tener tolerancia, ciertos niveles de respeto y colaboración para que esto no se descomponga.

Aseveró que en cualquier empresa se hacen evaluaciones para verificar resultados, por lo que en el Gobierno del Estado hay que evaluar el resultado de los colaboradores “y si algunos de ellos no están dando resultados, hay un dicho popular que dice: si la persona no sabe, enséñale; si no quiere, motívalo; si no puede, ayúdalo; y si nada de eso funciona, busca otra persona”.

En ese sentido, indicó que quien tenga que tomar las decisiones donde las tienen que tomar, primero hay que evaluar.



“Seguramente las instituciones tienen sistemas de medición y percepción para ver qué tanto se ha caminado y donde no haya los resultados que se requieren hay que hacer alguna cosa, tomar la decisión, a quien le toque hacerlo, lo tiene que hacer”.

El prelado enfatizó que hoy en día es muy frecuente que la gente se acerque para pedir una oración o una bendición porque no tiene trabajo.

“Si un padre de familia no tiene trabajo, pienso en toda la angustia que experimenta porque no puede llevar alimentos a sus hijos y no puede darle los servicios básicos a su familia, esa persona vive en una situación difícil y angustiante”.



Si bien es cierto que los ciudadanos no lo expresan directamente, los sacerdotes perciben esa inconformidad, sobre todo, porque hay factores que golpean mucho a la gente como es el caso de la violencia.

“Basta ver una expresión de violencia y eso echa abajo cualquier otro resultado aunque sea mínimo, eso sí nos preocupa porque es lo que percibimos, es una realidad. Uno va a cualquier lugar, se sienta a tomar un café, platica con alguna familia, con los amigos e indudablemente sale el tema.

Añadió que se viven momentos muy críticos en muchos sentidos, por lo que hay que ser constructores de paz, agentes de reconciliación y eso se debe cultivar desde el hogar y en el trabajo.