La experiencia. La historia en todas partes enseña que no siempre lo que se dice es lo que se hace. Por algo, desde siempre, la sabiduría popular sostiene que: del dicho al hecho hay un… presupuesto gubernamental que desaparece, todo o en parte.
Hoy es posible afirmar que no siempre lo que se gasta en educación, es inversión.
Hay recursos públicos que no son gasto, ni inversión, simplemente, porque hay veces que, algunos o muchos, se malgastan, despilfarran o desvían; o, se invierten mal, a destiempo, insuficientes o mal orientados. Todo ello equivocada o intencionalmente.
Y también se sabe de sobra, que destinar pocos o muchos recursos públicos a educación, puede ser sólo simulación. De eso, cuando trabajan en serio y cumplen con su función, las auditorias, contralorías, dependencias de la función pública y órganos de fiscalización, encuentran innumerables casos e ilustrativos ejemplos. Por desgracia la inmensa mayoría de estos actos delictivos, como otros, quedan sin atenderse, denunciarse o juzgarse. Por lo tanto la tragedia se repite: no hay responsables, omisos y cómplices. La educación de la impunidad, en todos sus niveles.
En fin, de estos y otros temas hay que ocuparse con mayor amplitud y profundidad. Por ahora y para relacionarlos con los cuantiosos volúmenes de recursos que se le destinan, valdría la pena echar un vistazo a la cobertura y alcance que tiene la educación como proceso social; y concretamente, en el caso gubernamental, como obligado servicio público que a la vez es un derecho social, hay que dar puntual seguimiento a los logros alcanzados y los pendientes por realizar.
COMPETITIVIDAD Y EDUCACION.
Según la más reciente información del INEGI, sobre educación, capacitación y empleo, en población económicamente activa, Veracruz ocupa en el país, el tercer lugar sin instrucción, con 221,096 (9.2%), después de Chiapas, con 263,854 (11.0%), y del E. de México, con 255,055 (10.6%).
Internamente, por nivel educativo, el estado cuenta con:
-221,096 sin instrucción (7.5%)
-517,608 sin haber concluido primaria (17.5%)
-525,485 que la completaron (17.7%)
-809,758 con secundaria (27.3%)
-470,749 con Medio Superior (16.0%) y
-414,409 con Superior (14.0%).
A este respecto, y sólo para ilustrar el tamaño y complejidad del problema de “la eficiencia educativa”, se puede resumir que:
-738,704, se encuentran en Veracruz, sin instrucción o con primaria incompleta (25.0%). Esto es, uno de cada 4.
Ante esta situación, con este tipo de educación y sus inocultables resultados, la pregunta, imparable se repite: ¿cómo se puede ser productivo y competitivo?, con estos niveles educativos que, desde otro punto de vista, son el simple resultado de años y años de ineficiencia, complicidad y simulación.
Con qué seguridad y confianza se puede competir y avanzar, prever y enfrentar problemas, si la mayoría no entienden lo que leen, ni saben aplicar los elementales principios aritméticos.
Por lo pronto, en el país, Veracruz con su PEA ocupa:
-tercer lugar sin instrucción, y
-primero con primaria incompleta
Destacándose también por nivel de instrucción, con el tercer lugar, con primaria completa; quinto, con secundaria; cuarto, con media superior; y también cuarto, con superior.
En todo caso hay que tener presentes los grandes rezagos educativos. Entre los que sigue destacando, el del analfabetismo:
- 649,878, el 12.0% del total de la población de 15 o más años, es analfabeta.
DE PANZAZO
En el estado, como en el país, habría que advertir que al tema de mayor cobertura, que al de la cantidad, habría que agregar o insistir en el de la calidad educativa.
De qué sirve destinar año con año cuantiosos recursos, para salir mal en las pruebas y evaluaciones más simples y sencillas. De qué sirve decir y repetir que no es gasto el que se destina a educación, sino inversión; cuando los niveles de instrucción educativa y su baja calidad, condicionan y limitan, aún más, la poca o insuficiente productividad y competitividad, característica sólo de algunas actividades y sectores. La educación de la simulación, en cantidad o calidad, a la larga y a la corta, resulta más cara y contraproducente.
Unos y otros aspectos, ventajas y desventajas, deben tomarse en cuenta, ya que, desde luego, tienen que ver, con mini salarios y bajos ingresos; con impedir o detener las mejoras en productividad y competitividad; con limitar o desalentar los esfuerzos para persistir o incorporar a mas población, a la continuidad en los estudios y en la capacitación; con la reducida seguridad social, y el decreciente o inestable bienestar en general; y también, tiene que ver, y mucho, con el repetitivo o mediocre diseño y aplicación de políticas y programas gubernamentales (federales, estatales y municipales), que deben ser evaluados, ajustados, modificados o consolidados, si no se quiere seguir en más de lo mismo, con iguales o peores resultados.
Factores ó aspectos que, junto con otros, caracterizan el desarrollo desigual de la entidad, así como su creciente marginación y pobreza.
Como se nota, la situación y características de estos importantes y hasta determinantes temas, deben ser analizados y discutidos objetiva y abiertamente; no evitados, escondidos y deformados. Las nuevas condiciones, mas difíciles y complejas, demandan nuevas actitudes y renovados esfuerzos. La competitividad sin educación efectiva, es sólo una condena delictiva.
VERACRUZ HOY
De la población económicamente activa, 161,557, el 6.0 %, está en ocupación y continúa estudios; frente a 2, 497,024, el 94.0% que ocupado no están estudiando. Y de los desocupados, 11,669, el 14.7%, sigue estudiando; y 67,759, el 85.3% ya no continúa.
En cuanto a la obligación de capacitar para el trabajo, sólo 857,783, el 29.7%, ha tomado capacitación; frente a 2, 021,814, el 70.3%, que no lo han hecho. Respecto a desocupados, 21,671, el 27.2%, se ha capacitado; mientras 57,837, el 71.8%, no lo ha hecho. Y aún hay más respecto a educación y resultados.
Así que: ¿Productivos? ¿Competitivos?