Somos muy amantes de la muerte en nuestra generación, no por la Santa Muerte, sino por tanta violencia: Reyes Larios

“El matrimonio es para esta vida no para la vida futura; cuando alguien se casa se dice hasta que la muerte los separe y si se murió su esposo o esposa, tienen derecho a cambiar de modelo, pueden casarse con otra persona”, precisó Hipólito Reyes Larios, arzobispo de Xalapa.

En su homilía dominical, Reyes explicó que la iglesia es muy comprensiva respecto a quienes se casan después de enviudar, “Dios lo es más con estas parejas porque la vida así es; el evangelio dice que quien se casa, realmente tiene que ser fiel hasta el final ya que el matrimonio es sólo para esta vida y no para la futura”.

Agregó que Dios es un dios de vivos no de muertos, “este tema es muy importante ahora porque ahora somos muy amantes de la muerte en nuestra generación. No solamente por la Santa Muerte que ahí la andan jalando, sino porque nos gusta mucho la violencia”.

Reyes indicó que actualmente se asesina con toda tranquilidad, “hoy nos dieron dos peticiones de 2 secuestros, cuando tenemos ese tipo de violencia, cuando todos los días hay asesinatos y promovemos por muchas leyes y mentalidades de personas”.

Refirió que hay leyes que promueven la muerte como el aborto o la eutanasia, “que van completamente contra la vida y lo dicen con toda naturalidad; no obstante, no es su cuerpo es de otra criatura, de otro ser humano, eso es lo que nosotros vivimos y nos lo tratan de vender como normal”.

Expresó que la fe católica siempre debe defender la vida, “los creyentes tenemos un Dios de la vida, respetamos la vida y tratamos que se conserve lo mejor posible, y queremos que todo el que es engendrado tenga la oportunidad de nacer, y que todo aquel que llega ala edad mayor tenga una vida digna, sea atendido pro su familia y sea reconocido por lo que hizo”.

Invitó a los fieles a creer en la vida eterna, “debemos creer que hay una vida eterna, una vida futura. Esta vida es pasajera no es definitiva es como cuando vamos de viaje con una maletita y sabemos que tenemos que regresar a nuestra casa”.

Finalizó diciendo que deben vivir la vida a plenitud, “tratemos de hacer lo que podamos, esta vida es de peregrinos, para que la vivamos en la paz de Dios, que seamos mejores hermanos y aspiremos en la vida futura”.