“Soy orgullosamente hijo de una madre soltera, originario de Xalapa”

Buen día:

Mi nombre es Eustaquio Velasco González, soy profesor de literatura y traducción en la Universidad de Montréal. El motivo por el cual les mando este correo es manifestar mi más sincero repudio, por decirlo de una manera "amable", a las declaraciones hechas por la Sra. Mariana Munguía de Velasco, esposa del actual Presidente Municipal de Xalapa. Básicamente, los argumentos que me llevan a escribir este mensaje son los siguientes:

1. Primero y antes que nada, soy orgullosamente hijo de una madre soltera.

2. Soy originario de Xalapa.

3. Toda mi formación académica, desde la escuela básica hasta el doctorado (tengo un Ph. D. por parte de la Universidad de Berkeley, Estados Unidos), se la debo por entero a los sacrificios de mi madre, quien jamás ha recibido algún tipo de ayuda por parte de un munícipe xalapeño, mucho menos de sus esposas.

4. Mi pareja, quien es también una orgullosa madre soltera de una niña de la cual soy su padre adoptivo, es precisamente colaboradora activa de un comité a favor de los derechos de las madres trabajadoras migrantes en la región de Québec, Canadá. Sobra decir que, como doctora en sociología, maneja una mejor información sobre el problema de las mujeres que son madres solteras y deben mantener una familia, por lo menos si se le compara con el pseudo-conocimiento que maneja, lamentablemente, la Sra. Munguia.

Me molesta de sobremanera que personas como la Sra. Munguia se atrevan a dar opiniones tan "ligeras" (por decir lo menos) sobre temas que, aquí en Canadá, están completamente superados y nadie en su sano juicio se atrevería a cuestionar. De entrada, en la provicina de Québec el rango de "madre soltera" resulta tan despectivo como los de "niger" (negro), "étranger" (metafóricamente "fuereño"), o "browning" (el famoso "morenito" que se aplican a los migrantes de origen mexicano que llegan a Estados Unidos). Legalmente, se habla de "Única/o Responsable de Familia", lo cual incluye a las llamadas "madres solteras" o "padres solteros" (cosa muy común en países como Canadá, para asombro de la Sra. Munguia, si es que algo entiende de esto). El que una persona, y más un funcionario público, haga esas declaraciones sin fundamento alguno, en Canadá merecen incluso una llamada de atención legal de parte de la sociedad.

Gracias al ejemplo de trabajo, valor y justicia que me inculcó mi madre, así como las muestras de compromiso social y responsabilidad con el próximo que generosamente me ha dado mi actual pareja, estoy convencido que la condición de "madre soltera", más que un retroceso histórico, es una clara muestra de avance y de cambio en una sociedad machista y de doble moral como la mexicana, todavía más acentuada en sectores provincianos como Xalapa. Da lástima, de verdad, hacer comparaciones entre las declaraciones que hace la esposa de un funcionario público en México (como es el caso de la Sra. Munguia), frente a los discursos de una funcionaria pública canadiense, sobre todo cuando se tocan esta clase de temas.

Históricamente, Montreal fue una ciudad sumamente católica, la cual fue cambiando hacia una postura liberal y más incluyente desde los años 60 y 70. Hoy en día, vale decirlo, el gran nivel cívico y ético que tiene la sociedad montrealense respecto a las libertades y derechos de la mujer son un ejemplo para todo el mundo. Por desgracia, parece que Xalapa, con todo y sus "pretensiones" por aparentar ser una "ciudad moderna", se mantiene en la necedad de implantar una ideología harto conservadora, machista y de doble moral, con una clara tendencia a marginar a aquellas personas que, simplemente, viven a plenitud dentro de los márgenes de su estado de derecho. Si de algo sirve este comentario, no me resta más que a invitar la la Sra. Munguia a mostrar un poco de sentido común, y que trate la siguiente vez de evitar (o mejor aún, guardar silencio) estos penosos comentarios que, más que ayudar a la sociedad mexicana, pareciera que únicamente sirven para reforzar esa condición de sumisión y obediencia que le deben las mujeres a sus maridos.. De lo contrario, sobra decir que, por lo menos en la sociedad xalapeña, se nota que los integrantes del gobierno municipal viven en un México arcaico, y que la gente común y corriente, incluidas las madres solteras como mi madre o mi pareja, está varios siglos adelantada a ellos.

Muchas gracias.