Subir impuestos no es el camino correcto para administrar al País: Salinas Pliego

El presidente del Grupo Salinas, Ricardo Salinas Pliego, aseguró que en México se carece de liderazgos capaces de convertir a esta nación en potencia económica y social, peor aún es cuando los gobiernos buscan crear empresas cuando son muy malos empresarios, “son peor que Frankenstein”.

Dijo que “tal pareciera que México no encuentra el camino de cómo convertirse en una potencia económica, a veces parece que en sentido contrario, que sus problemas son más grandes que su población”.

“Pero no, lo que nuestro país necesita son líderes capaces de ver mucho más allá de lo inmediato y de imaginar este México que debe ser, lo que puede llegar a ser”, aseveró al dictar la conferencia "Valor social y liderazgo”, ante cientos de estudiantes, el gobernador Javier Duarte y el secretario de Salud, Juan Antonio Nemi Dib.



En el salón "Ghal", definió que es el momento de resolver esa falta de liderazgo, “por eso estoy aquí”. Y es que hoy confirmó que uno de los muchos programas que opera Grupo Salinas ya tiene residencia en Veracruz y se llama Kybernus, que busca la formación de líderes locales para el desarrollo regional.

Añadió que el liderazgo político es el espacio más desprestigiado, lo que ha provocado un alejamiento de la población en general, especialmente de la juventud.

“Esta crisis de liderazgo político ha sido una de las principales causas de la crisis económica que afecta al mundo, no nada más a México desde hace cinco años, por lo tanto, si los liderazgos permiten una visión de futuro compartida y avanzar en el cambio de nuestra realidad, entonces el impulso de los líderes locales constituye un aporte decisivo al aporte de los países”, subrayó.

Aseveró que para construir mejores entornos los empresarios requieren que en el ámbito público y social haya liderazgos efectivos capaces de llevar a cabo el cambio que se requiere.

Asimismo, se requiere de la formación de una nueva cultura de liderazgo que le permita a México crecer.

Por ello, definió que las empresas hoy en el mundo entero se han transformado en verdaderas instituciones, que además de generar riqueza son un importante medio para lograr cambios sociales.

Abundó que las empresas como instituciones ejercen una enorme influencia en la sociedad, ya que sus actividades impactan la vida de sus clientes, socios, empleados y en general a las comunidades donde hacen negocio y obtienen utilidades.

Ricardo Salinas Pliego abundó que en la actualidad existe esa dependencia entre las empresas, sociedad y gobierno que a veces se ven como campos separados y aún más, desde el gobierno no se considera suficiente la importancia y el hacer del empresario.

Dijo que mucho se ha dicho que lo que a los gobiernos les interesa es crear empleos, pero la única forma de crear empleos es a través de la empresa, que es el que está bien remunerado y productivo.

“Se pueden hacer empleos tapando pozos y luego tapándolos, pero eso no cuenta, sí cuenta porque habrá gente que cobre su cheque, pero no es un empleo productivo, sustentable. A veces sentimos los empresarios que en lugar de haber facilidades, hay obstáculos”, señaló.

Agregó que tanto en las decisiones de negocios y las políticas públicas deben seguir el principio de valor compartido, que el éxito de la empresa y de la sociedad se refuerza mutuamente.

Dijo estar convencido de que las empresas prósperas generan comunidades prósperas y viceversa.

“Ningún programa gubernamental puede empezar a competir en cuanto a servicio al cliente, a crear empleos, riqueza e innovación con la empresa privada, por eso cada quien a sus cosas. A mí me da terror cada vez que oigo que el gobierno va a crear una nueva empresa. Mucha gente dice: es que no quieres que te compitan, claro que no es eso, lo que pasa es que el gobierno es muy mal empresario, de veras”, afirmó.

El gobierno tiene tantas cosas que hacer y más importantes que tomar riesgos, con dinero ajeno, para luego caer en estas cosas que todos hemos vivido: el mal servicio, la mala actitud.

Y es que refirió el empresario que empieza lo hace con su propio dinero, si le va mal hasta ahí acabó y ya. El problema es que las empresas gubernamentales tienen un inicio, pero nunca tienen fin, “son peor que Frankenstein, ni con balas de plata”.

Desde su perspectiva, la gran empresa del gobierno debería ser la educación, pero por cosas históricas “esta empresa” ha sido delegada a manos de los distintos gobiernos, que en ese momento se convierte en la empresa y los trabajadores de la educación responden como hasta hoy se ha visto en el país.

Para lograr que haya un círculo virtuoso donde la empresa crea valor social, el gobierno gobierna, da certeza y las ciudades crecen, se requieren tres condiciones: primero, una economía competitiva, nada de privilegios ni de monopolios, competencia, porque es la única forma real de tener bienes y servicios a precios justos.

“Mucha gente dice: tú tienes un monopolio. No, no, no. En primer lugar los monopolios los crea el gobierno y los mantiene el gobierno, porque ningún privado puede hacer un monopolio, si hay ausencia de competencia en un sector, se garantiza que es porque hay alguna protección gubernamental, entonces no puede haber progreso donde no hay oferta competitiva”, aseveró.

Asimismo, consideró que otra de las tres características para lograr el círculo virtuoso es que se requieren empresas sustentables, que piensen que los recursos naturales no son nuestros, sino de los hijos y nietos y, finalmente, se requiere de un gobierno que brinde educación, salud, libertad, infraestructura, pero sobre todo, seguridad y un auténtico Estado de Derecho.

La reforma hacendaria no es el camino para gobernar

Ya en la sesión de preguntas y respuestas, el empresario recalcó los problemas a los que se enfrentan los pequeños comerciantes, pues pasan por un “calvario”, sólo para darse de alta o hacer su declaración, “parece que el obstáculo a vencer son todas las trabas que ponen los distintos gobiernos, desde los municipales.

Al hablar sobre la reforma hacendaria, criticó las formas de los gobiernos quienes dicen que quieren gastar para hacer más, pero el problema es que gastan mucho y hacen poco, por lo que ahora quieren subir los impuestos para transferir del sector privado al público para que puedan gastar más.

“Yo se lo he dicho a todos y al Presidente, creo que estamos equivocándonos. Es momento de buscar la eficiencia en el gasto público y que el gasto público dé verdaderos resultados, antes que pedirle a la sociedad que coopere con más impuestos. Yo sí creo que no es el camino correcto, sin duda hay planes muy buenos, todos sabemos que no alcanza el dinero del gobierno porque las carencias de nuestro país son muchas”, enfatizó.