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Sufren destrucción zonas arqueológicas de Veracruz

Tehuipango y Coahuitlán son dos ejemplos: investigadores del INAH Habitantes utilizan las piedras para construir sus casasTambién se usan como materiales para obra pública

Lupita L?pez Xalapa, Ver. 30/08/2006

alcalorpolitico.com

En el estado de Veracruz hay destrucción de zonas arqueológicas, cuyos materiales son utilizados para construir obra pública o para que los pobladores edifiquen sus viviendas, denunciaron antropólogos y arqueólogos durante el Foro Balance y Perspectivas de la Investigación en el Centro INAH Veracruz, que se desarrolla en el Museo de Antropología.

Esos son los casos de Tehuipango, en la sierra de Zongolica; y Coahuitlán en el Totonacapan, expuestos por los antropólogos Iván Romero y Elizabet Peralta.

Respecto a Tehuipango, Iván Romero manifestó que campesinos, maestros y comerciantes nahuas han estado preocupados por la destrucción de sus dos sitios arqueológicos más importantes: Amoltepec, y Tepaltipak, a los cuales ubican como los pilares de lo que actualmente es dicho municipio, cuya monumentalidad logra expandirse por varias hectáreas y sus estructuras corren el riesgo de desaparecer, tanto por las inclemencias naturales como por la mano del hombre.

Agregó que para los habitantes de Tehuipango, dichos vestigios son centros ceremoniales activos y sitios sagrados en donde se realizan ritos de distintos tipos, pero el más sobresaliente es el que se desarrolla en Amoltepec, donde se celebra una misa sobre la pirámide principal.

Ese municipio se caracteriza por sus altos índices de pobreza, insalubridad y marginación y fue ubicado por el INEGI como el más pobre del país hace varios años; actualmente es el tercero más pobre a nivel nacional y el primero a nivel estatal. Se le recuerda por la matanza de Tehuipango, ocurrida en abril de 1981, en el sexenio de Agustín Acosta Lagunes.

Dicho investigador destacó que Amoltepec y Tepaltipak, sitios arqueológicos con características únicas a lo largo de la sierra de Zongolica y la sierra negra de puebla, hoy están sujetas al saqueo de propios y extraños, así como a la voluntad de sus propietarios cuyos títulos de propiedad fueron legalizados hace varios años por autoridades de la SRA.

Motivo de esas preocupaciones, en 2005 autoridades municipales, maestros, campesinos y comerciantes formaron una asociación civil para preservar y proteger su riqueza arqueológica.

De igual manera, hombres y mujeres nahuas elaboraron escritos dirigidos al Presidente de la República y al gobernador Fidel Herrera Beltrán, para que apoyaran su iniciativa y de esa manera personal especializado del INAH fue a Tehuipango hace algunos meses para hacer observaciones y elaborar algunos reportes.

Sin embargo, apuntó, todo indica que esa zona está encaminada a la extinción.

El otro caso se refiere al municipio de Progreso de Zaragoza o Coahuitlán, en el norte del estado. Respecto a esto, la antropóloga Elizabeth Peralta, habló de la destrucción que está sufriendo la zona arqueológica ubicada en ese lugar.

Ahí, dijo, montículos prehispánicos que se encuentran en la cabecera municipal estaban siendo destruidos por la construcción de un dique que llevaba a cabo el gobierno municipal del cuatrienio 2000-2004.

Al enterarse de eso avisó al Centro INAH Veracruz para que interviniera y frenara la destrucción de ese sitio. Sin embargo, indicó, dicha obra era necesaria porque ese pueblo fue afectado gravemente por las inundaciones ocurridas en octubre de 1999.

La lógica era que como había piedras que ocupaban espacio y no tenían una utilidad en los lugares donde se encontraban, lo mejor era que se usaran para la realización de la obra.

Esos montículos que pretendían remover se ubicaban en lo que actualmente es una primaria y una telesecundaria, así como el centro de salud.

Las construcciones arqueológicas ocupan la mayor parte del asentamiento urbano donde hay otro tipo de destrucción menos evidente: los pobladores, al tener piedras en sus solares las usan para la edificación de sus casas, o al no tener una fuente de ingreso económico las venden a sus vecinos para el mismo propósito.

Otros decían que habían hecho sus casas encima de los montículos porque no sabían de su importancia ni mucho menos que eran parte del patrimonio cultural protegido por leyes federales.

Asimismo, otros montículos fueron destruidos por la construcción de la carretera.

Mencionó que el 24 de noviembre del 2002 los montículos fueron reconocidos y visitados por el arqueólogo Fernando Miranda, quien informó sobre las condiciones y daños a los monumentos localizados en la escuela primaria Ignacio Zaragoza, de la telesecundaria y del Centro de Salud.

Hasta el momento, se paró la destrucción de los montículos de las escuelas y del centro de Salud, pero la destrucción continúa porque los pobladores siguen utilizando los restos arqueológicos para la construcción de sus viviendas y no hay una propuesta arqueológica ni de investigación en la zona.