“Global Exchange” realizará un primer análisis de la situación político-electoral mexicana hasta el 12 de junio con nueve de sus integrantes para que el 27 envíe una misión con 22 personas para observar el fin de la contienda, la jornada electoral y los días posteriores a la elección.
La organización civil advirtió que, debido a lo cerrado de la competencia mexicana por la Presidencia de la República, cualquier acción de fraude o compra y coacción del voto tendrá un gran impacto en el resultado de la competencia política.
“Esto abre la posibilidad de conflictos postelectorales, es algo que México tiene que evitar. Esas son las preocupaciones que, desde fuera, tienen muchos, nosotros como observadores no tenemos conclusión ninguna sobre esto, pero es algo palpable que tenemos que investigar”, señaló Ted Lewis, miembro de esta organización.
En coordinación con la ONG “Alianza Cívica”, el organismo con sede en San Francisco, California, advirtió que por “obligación moral” denunciará cualquier anomalía que descubra la misión de observadores electorales que desplegará a partir del 27 de junio en territorio nacional.
Lewis, director de Derechos Humanos de “Global Exchange" indicó que en el manejo de programa sociales con fines proselitistas hay “focos rojos” en Oaxaca y San Luis Potosí, por lo que concentrarán su atención en estas dos entidades.
Además, detalló que la misión de observadores electorales que llegará a México habrá de trabajar en tres ejes: monitoreo del contenido de las campañas de los partidos políticos, equidad de la competencia y el uso de programas sociales.
“Desde fuera es obvio que es una elección muy competida y eso no es una preocupación pero abre posibilidades de que en otro contexto serían marginales, como elementos de fraude o de compra y coacción sería más impactante en un contexto como este.
“Eso abre la posibilidad, no estamos prediciendo nada, pero abre la posibilidad de conflictos postelectorales, algo que México debe evitar... Le ponemos atención a México porque somos vecinos, pero más allá de eso tenemos un compromiso con México y los mexicanos que viven en Estados Unidos”, comentó.
Aclaró que la agrupación civil no intenta influir pero sí apoyar un proceso transparente y equitativo. “Pero si vemos una anomalía y si tenemos una conclusión negativa sobre el proceso lo daremos a conocer, es una obligación moral de tomar el papel de observador”, acotó.