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Sección: Estado de Veracruz

Talleres de pintura y elaboración de figuras de madera, los más visitados en Cumbre Tajín

La casa de las pinturas, es una casa escuela de tradición, aquí se les enseña a los niños sobre los valores de los abuelos del Kantiyán

Juan Olmedo Papantla, Ver. 23/03/2014

alcalorpolitico.com


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Los miles de asistentes que arriban a la edición número 15 del Festival de la Identidad, Cumbre Tajín, se han dado cita principalmente en torno a los talleres de pintura natural y a los de elaboración de figuras de madera, donde el tallado es la doctrina que transmiten los artesanos totonacas.

Los paseantes llenan la Casa de los Abuelos o Kantiyán, la Casa de la Pintura, el espacio de la Casa de la Danza y de manera particular los espacios en donde el teñido y la pintura juegan un papel preponderante.

En el Kantiyán las danzas y los rituales de sanación y adoración son los que más llaman la atención de los visitantes, quienes con mucho respeto y en silencio, pero con celulares y cámaras de video o fotos en mano, visualizan el desarrollo de las danzas de los Voladores, Negritos, Guaguas, San Migueles, entre otros.



El taller de elaboración de Flautas de Voladores, también atrae a muchos paseantes, el maestro Martín García de la Cruz, se empeña en enseñar minuciosamente todo el proceso de elaboración del instrumento y su significado a los asistentes.

“La casa de las pinturas, es una casa escuela de tradición, funciona todo el año, aquí se les enseña a los niños sobre los valores de los abuelos del Kantiyán, además de que aprenden a pintar sobre diferente superficies y materiales, estos alumnos son de las comunidades de Papantla, Chumatlán, Espinal, entre otros municipios”, explica Lucero García Hernández.

“Aquí se obtienen los colores del monte, de cortezas, plantas, flores, semillas, se tiene que ofrendar algo a Kiwikgolo, que es el Dios o viejo del monte, para que se pueda tomar algo. A él se le ofrendan gorditas de masa, tabaco, agua, incienso, copal, se le pide de forma oral lo que se obtendrá de su casa –el monte– y se le dice que es para pintar y para de alguna forma ofrendar al sol, agua, luna y madre naturaleza, para que todo salga bien.



Esta casa funciona desde hace 8 años y continúa formando alumnos y maestros, que cada sábado durante todo el año trabajan en el Centro de las Artes Indígenas CAI, que se ha valido del reconocimiento mundial por la UNESCO, como una de las mejores prácticas de salvaguarda de la cultura, tal práctica mantiene a la cultura totonaca, como una cultura viva.