Ir a Menú

Ir a Contenido

Sección: Vía Correo Electrónico

Taxista roba a mujer de la tercera edad, luego de llevarla a su domicilio, en Xalapa

- Hizo su despensa en plaza comercial, cuyo personal no la ayudó a identificar al ruletero ni al auto

- Sospecha que personas afuera del establecimiento apoyan a taxistas a delinquir

23/09/2019

alcalorpolitico.com

Buen día:

Le contaré que soy una persona de edad mayor, -69 años- que aún a esta edad continúo laborando pues tengo a mi cargo a mi señora madre, de 89 años que está incapacitada para valerse por sí misma.

Con infinita tristeza, enojo y una serie de sentimientos de frustración y gran desánimo le cuento:



El pasado sábado 21 del presente tuve necesidad de salir de compras, yo sola, al Súper Cristal. De acuerdo con mi nota de compra, (el importe fue) de $984.00, pues llevaba alimentos para mi madre, además de medicamentos y unas inyecciones para el dolor para mí, que había pagado de antemano en la farmacia. Aproximadamente a las 14:11 horas, salí del supermercado con mi carrito de compras y me dirigí a la fila de taxis que se encuentra frente a la entrada principal de dicho negocio y diligentemente una persona de las que están ayudando a tomar el taxi tomó mi carro de compras (sin preguntarme) y empezó a subir a la cajuela del taxi las bolsas y paquetes que llevaba.

Sí, estoy de acuerdo que fue una gran torpeza mía no fijarme en el número de taxi al que me subiría, pero con la confianza que genera el hecho de que ya pasaron el filtro de la entrada, me subí sin ver el número. De inmediato, el taxista me preguntó hacia donde iba, le proporcioné los datos y salimos por la pluma 6 de la entrada en la avenida Chedraui Caram.

Al llegar a mi domicilio le pedí amablemente al taxista me hiciera favor de dejarme del lado izquierdo para que me fuera más fácil bajar mis artículos. Me bajo, voy hacia la cajuela del coche y el taxista de forma inmediata sale manejando, sin darme tiempo tan sólo a gritarle que se detuviera, que se llevaba mis compras, haciendo señas y tratando de correr tras él. Pero comprenderá que hizo caso omiso de mis gritos y aspavientos. Obvio que nadie de mis vecinos salió, por miedo ante la inseguridad que permea en toda la ciudad.



En esos momentos, más adelante un taxi bajaba a una persona y le pedí que tratara de seguir al taxi pero comprenderá fue imposible darle alcance, ya ni logré ver por dónde se fue. Entonces pedí al taxista me llevara por favor al supermercado para ver si allí podrían identificar al taxista.

En la pluma 6 me atendió una señorita que pese que apenas habrían pasado cuando mucho veinte o veinticinco minutos me dijo que era imposible para ella identificar el taxi. Habló a un vigilante y éste no pudo o no supo qué hacer y llamó a otro señor de vigilancia que, en apariencia, dijo que iría a revisar la cámara para ver si lograba identificar el taxi.

Más que obvio, no volvió a aparecer este tipo y me tuvieron cerca de 45 minutos esperando. Como comprenderá, ya no pude seguir allí, tan nerviosa como estaba y considerando tenía que regresar a casa pues mi madre estaba asustada por mis gritos al taxista, además de que ya se había pasado su hora de comida.



Posteriormente, traté de comunicarme al Súper pero el número que aparece en Internet era de Plaza Ánimas y allí me indicaron me comunicara a otro número, el cual marqué y la señorita que atendió no supo qué hacer y me dijo me pasaría al Gerente. Pasaron veinte minutos, esperando me contestara y nunca lo hizo; hasta que al final colgué.

Posteriormente, volví a marcar y me dijeron que el asunto era cuestión de la Plaza, no del Súper y me dieron un número telefónico (8 14 51 05), pero ya no contestaron. Al día siguiente, domingo, no me contestaron y hasta hoy, hace unos momentos lo hicieron. Conté mi negra experiencia y me dijeron: Tiene Usted que presentar una queja en la Fiscalía para que ellos nos soliciten la grabación de la cámara y así pueda interponer una denuncia, etcétera. Comprenderá cuan molesta me puse, pues esto no deja de ser una colusión entre vigilantes, administración de la plaza, ayudantes, operadora de la pluma y quien sabe quiénes más, pues con tal de no perder tanto tiempo, uno se queda con la rabia de no poder hacer nada y ellos haciendo el gran negocio de su vida.

Comprenderá usted, que esto me pareció una burla a mi persona y le dije que todos formaban parte de un gran contubernio para atacar la economía de las personas.



Ojalá puedan ustedes publicar mi carta, para que todos los que tenemos la necesidad de ir a dichos establecimientos de compras. No obstante considerar que, como antes dije, los taxis que están dentro de la plaza son seguros, tomen las providencias necesarias para evitar que esta desalmada organización de gran contubernio entre todos los arriba mencionados siga cometiendo atracos, haciéndonos pasar verdaderos malos ratos de angustia y gran enojo, que aparte de todo, afectan nuestra salud, sobre todo a los que como yo, ya somos miembros de la tercera edad, pues un evento de esta naturaleza nos causa serias repercusiones, tanto en lo monetario como en la salud.

Agradezco de antemano su atención y en verdad le agradeceré la publicación de la presente.