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Sección: Estado de Veracruz

Sursum Corda

Tengan el coraje de sufrir el desprecio del mundo sofisticado

Pbro. José Juan Sánchez Jácome 22/10/2018

alcalorpolitico.com

La identidad y los fundamentos que antaño distinguían a los partidos y asociaciones políticas cada vez se van diluyendo a consecuencia de un pragmatismo que para lograrlo todo los orilla no sólo a olvidar sus propios fundamentos sino a traicionar incluso sus propios principios.

Por este pragmatismo, los límites que caracterizaban originalmente a los partidos y asociaciones de izquierda y de derecha cada vez se ven y distinguen menos.

Por eso no son del todo sorpresivas las alianzas que se establecen entre los partidos políticos otrora antagónicos, con el propósito de acomodarse, lograr mejores posiciones y evitar escenarios adversos. El pragmatismo, que tiende a ser más vinculante que los mismos idearios políticos, explica el hecho de que partidos y asociaciones que regularmente estaban confrontados ahora coincidan en una serie de medidas que tienen como punto de partida la misma visión ideológica.



En este caso vamos viendo cómo la ideología de género ha logrado permear igual en partidos de izquierda y de derecha. Quizá la única diferencia es que algunos de estos partidos la asumen abiertamente impulsando programas y políticas de la ideología de género. Y otros simplemente no se sostienen en una oposición necesaria y urgente para no exponerse al linchamiento mediático del pensamiento políticamente correcto que condena y estigmatiza a todos los que se pronuncian en contra de sus proyectos.

Además de los partidos y asociaciones políticas que asumen abiertamente la ideología de género hay también otras voces que se pronuncian en este mismo sentido.

Los pronunciamientos que se hacen desde esta ideología resultan preocupantes por el tono totalitario que tienen. Recientemente, por ejemplo, se declaraba que: “La Iglesia no tendrá la razón ni aunque saque a la calle a la gente”. También un diputado planteó, con un lenguaje a todas luces totalitario, prohibir y sancionar a los que recomienden terapias de reconversión sexual.



De acuerdo al planteamiento de esta ideología que desconoce la realidad y las evidencias científicas se suele catalogar como creencias religiosas la convicción de la mayoría de los mexicanos en contra del aborto, cuando hay bases filosóficas para defender la vida y sobre todo fundamentos científicos para sostener que la vida comienza desde la unión del óvulo con el espermatozoide.

Ante la imposición de esta ideología donde el discurso se va haciendo cada vez más totalitario, los laicos de Xalapa, Veracruz y de muchos estados del país han salido a marchar, de manera pacífica y festiva, para manifestar sus convicciones -que no creencias- respecto a la defensa de la vida, del matrimonio y la familia.

Ha sido esperanzador ver a miles de familias, niños, jóvenes, ancianos, hombres y mujeres manifestándose a pesar de la lluvia y el frío de este fin de semana. Pero con el firme propósito de enviar un mensaje claro y sincero a los gobernantes para que no se equivoquen ni sean eclipsados por esta ideología y los organismos internacionales que la patrocinan.



Resulta preocupante que nuestros gobernantes y legisladores asuman posturas totalizantes y se propongan desconocer y pasar por alto, además de las evidencias científicas, los valores de un pueblo que ha tenido la convicción de respetar, agradecer, promover y cuidar la vida, especialmente de los niños, enfermos y ancianos.

Cuesta trabajo entender que esos representantes del pueblo aprovechen la tribuna del poder y del Congreso para desconocer a sus votantes y al pueblo mismo imponiendo una agenda y programas que responden más bien a organismos internacionales, que de esa manera están colonizando ideológicamente a nuestro país.

Esperamos, por eso, que los gobernantes valoren esta mega manifestación, que no es la primera ni será la última, y que sobre todo reconozcan los valores y el espíritu de un pueblo que de esta forma les señala el camino más digno y seguro para la construcción de un país.



Nos anima saber que poco a poco algunos hermanos que están en el gobierno y en la política asumen el reto de vivir sus valores. En México y en otros países se han destacado estas figuras que luchan por ser congruentes y servir dignamente a sus países. Hoy nos viene bien recordar la trayectoria de Antonin Scalia, que llegó a ser juez del Tribunal Supremo de los Estados Unidos.

Sus palabras ciertamente motivan y fortalecen la misión de muchos hermanos que sienten el llamado para vivir sus valores en la política y en la administración pública: "Dios asumió desde el inicio que los sabios del mundo verían a los cristianos como tontos... Si he traído algún mensaje hoy, es este: tengan la valentía de que su sabiduría sea tomada por estupidez... Sean tontos por Cristo. Y tengan el coraje de sufrir el desprecio del mundo sofisticado".