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Reserva de la Biosfera de los Tuxtlas

Toda actividad económica debe tener un enfoque ambiental

- Desde la compra de leche, madera o carne se debe informar de los efectos en la selva de los Tuxtlas - Se acabó la etapa de contingencia, ahora sigue la recuperación y explotación no depredadora del recurso: González Azuara

Ram?n Moreno Alvarado Xalapa, Ver. 22/06/2007

alcalorpolitico.com

José Antonio González Azuara, Director de la Reserva de la Biosfera de los Tuxtla, consideró que hoy día todo programa económico y de atención al territorio de carácter oficial y público debe tener un enfoque y un filtro ambiental, debido a los peligros que ya nos marca el cambio climático.

En conferencia de prensa en la que se dio a conocer el taller “Historia, naturaleza y sociedad. El conocimiento de los Tuxtlas”, el especialista comentó que a pesar de que el libro del mismo nombre del taller “es esperanzador” porque demuestra que se puede revertir el daño a las selvas, se requiere de la coordinación y articulación de los tres niveles de gobierno y de la sociedad para lograr resultados.

La contribución del gobierno es esa articulación porque por un lado se promueve la reforestación con palma Camedor o con la siembra de cafetales con suelos orgánicos y por otro un programa de apoyo ganadero que busca sembrar pastos y para ello tendría que tirar muchos árboles, y este desorden provoca confusión entre los dueños de la tierra porque hay testimonios que les decían hace 40 años “que quien no tumbara la selva le quitarían la tierra y se la darían a otro que sí quería conservarla y ahora les dicen que la selva sí tiene valor y este desorden tiene que ver con los programas oficiales y la definición de políticas públicas”

Por otra parte al dar su diagnóstico de la situación de la reserva, adelantó lo que se expone en el libro: tiene 3 zonas de tierras: un núcleo de 30 mil hectáreas de vegetación primaria, un cinturón de 125 mil hectáreas con un grado de perturbación que ocupan ganaderos y campesinos, pero que tiene un valor porque tiene agua limpia y aún conserva vegetación suficiente para recuperarla, pues un árbol puede llegar atraer a especies de la zona primaria.

González Azuara dijo que en los años noventa se hacía prospectiva negativa en el sentido de que desaparecería para el año 2000 la selva de los Tuxtlas, si continuaba la tasa de destrucción de los años 60,70 y 80 del siglo XX, pero ahora que acabó la etapa de contingencia se debe trabajar en la recuperación, en el proceso inverso.