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Sección: Estado de Veracruz

Todas las instituciones tienen el compromiso de complementar la formación de los menores

No hay que culpar a la cultura de otros países de ser una mala influencia, cuando en México hay muchos aspectos violentos: Helkyn Enríquez

Lissette Hern?ndez Orizaba, Ver. 22/01/2017

alcalorpolitico.com


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Ante la crisis de falta de valores y apreciación por la vida, es que se tiene que revisar cómo se está formando y cuidado a los jóvenes y niños. La prioridad debe ser que amen y teman a Dios, que no lo saquen de su vida, sino que siempre lo consideren en ésta, expresó el vocero de la Diócesis de Orizaba, sacerdote Helkyn Enríquez Báez.

En entrevista, el presbítero destacó que lo sorprendió lo acontecido en una escuela de Monterrey la semana pasada, donde un adolescente disparó contra sus compañeros y su maestra, y minutos después se agredió a sí mismo.

Con ese panorama que ahora se observó y que es un suceso del cual no se tiene memoria en México, se debe hacer una profunda reflexión para que se analice qué se está haciendo con las nuevas generaciones y recordar que todas las instituciones tienen el compromiso de ir complementando la formación de los menores de edad.



Añadió que, justificándose en un estado laico, cuando es un laicismo con el que se ha sacado de muchos ambientes a Dios, “vemos que democracias más avanzadas, tienen a Dios en sus discursos, juran sobre la Biblia. Aquí se le ha sacado a Dios de muchos espacios y ahora vemos las consecuencias”.

Por eso cada uno de los cristianos, desde sus trincheras, deben propagar las buenas noticias del evangelio y no videos, imágenes o frases que contagien el mal y la violencia.

Lo que se tiene que compartir son la esperanza, alegría, la paz, pero también, dijo que evangelizar implica denunciar una cuestión de injusticia, pecado, opresión, que es diferente a contagiar a los demás de la inseguridad, del morbo y la psicosis.



El sacerdote destacó que es necesario dejar atrás la idea de que la cultura de Estados Unidos es la que ha influenciado para mal a los niños y jóvenes, pues los mismos padres les han abierto la puerta para que tengan contacto con imágenes, videos y demás material violento, al comprarles tabletas, celulares, video juegos.

“Ellos tienen todavía le alma pura, pero también susceptible a la influencia positiva o negativa. No hay que echarles la culpa a otros países, cuando en el nuestro ya hay muchos aspectos violentos en las series, en las telenovelas, caricaturas, pero nosotros mismos hemos permitido que ellos contaminen su corazón pacifico, violentándolo con algunas expresiones”, dijo.