A pesar de la realidad social que se vive, entre la que destacan problemas como la inseguridad, el desempleo, la corrupción y la pobreza, entre otras; la fe y la esperanza se deben mantener, indicó el vocero diocesano Helkyn Enríquez Báez.
"Vemos una situación difícil que no ha mejorado en nuestro país. Vemos una situación de violencia donde la corrupción impera en varios ambientes, donde la deshonestidad en altos funcionarios se sigue constatando, vemos algunos asuntos lamentables al interior de la iglesia también, la falta de testimonio de algunas personas".
De igual forma, dijo que las familias sufren de falta de empleo, la carencia de oportunidades para los jóvenes y más situaciones que son difíciles.
Sin embargo, acotó que en medio de ésto, se tienen que ver los signos de esperanza como: la amistad, solidaridad, la búsqueda de la bondad, de la paz y la presencia del amor.
De igual forma, dijo que todos tenemos la tarea de generar ambiente fraterno, cuidar de la familia, ser solidarios, recuperar valores y realizar acciones, no sólo quedarse en intensiones.