Trabajo artesanal, el que realizan voluntarios para hechura de arcos florales, de Teocelo

"De compromiso estamos trabajando 8 personas, pero a veces estamos hasta 13 porque vienen otros voluntarios para echarnos la mano en la elaboración del arco", señaló Pedro González, encargado del arco floral que colocarán en la Iglesia de la Asunción durante el festejo del Santo Entierro en Teocelo.

Con 17 metros de alto y mil 800 kilos de peso, se construyó justo al lado de la Capilla del Calvario y se necesitarán más de 100 personas para bajarlo y elevarlo sobre la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora.

De esta forma expresan su devoción a esta imagen emblemática del pueblo del "Dios Ocelote o Tigre".

Iniciaron los trabajos del armado del arco el sábado pasado, por lo que han sido siete días de arduo trabajo, de 8 de la mañana a 11 de la noche.

Para elaborar el arco utilizan "cucharilla" que traen desde el estado de Puebla, de un poblado llamado Guadalupe Victoria, donde también le llaman "chimale", "tierrilla". También utilizan el "tencho", "bejuco" que son de la región; así como ciprés, carrizo y maderas.

"Desde los 12 años aprendí con unos señores que ya murieron, Teodoro Martínez, Taurino Alcantar, Lalo Chimas, Lico Tlapa. Hasta que me dijeron que lo iba a hacer yo. De ahí para acá, empezamos a salir a otros lados".

Cuenta que ha ido a Tlaltetela, Xalapa, Xico, Limones, Cosautlán, San Antonio, Ixhuacán, donde los llaman, con gusto van.

Requiere especial cuidado porque el diseño nunca es el mismo. Incluso cuando duerme y le llega una idea, tiene que despertarse para plasmarla en el papel.

De sus 65 años, lleva más de 30 años dedicándose a elaborar los arcos florales y es reconocido por su habilidad para trenzar las flores.

Este arco monumental tiene un costo aproximado de 50 mil pesos; no obstante, refiere que les pagan entre 9 y 10 mil pesos. Su trayecto es por la calle principal de la ciudad y cientos de personas no sólo decoran sus casas y las calles para celebrar su paso.

En una casa se exhibe una réplica de la imagen del Santo Entierro, su dueña, refiere que es una de las seis que realizó quien restauró la original.

Quienes lo cargan, dan testimonio de su fe por esta imagen y sin importarles el peso; así como lo largo del trayecto, gustosos participan en esta tradición.

"Nos gusta hacerlo, además, sabiendo que es para Dios, lo hacemos con gusto", concluyó.