Trabajo infantil se agudiza y se hace más visible en la cosecha de caña

El trabajo infantil agrícola es una realidad en Veracruz, dada la cantidad de familias que se dedican a esta labor, reconoció el director del Sistema DIF estatal, Antonio Nemi Dib al tiempo que enfatizó que este problema se agudiza y se hace más visible en la cosecha de caña.

Refirió que el trabajo infantil en el campo es uno de los problemas presentes en el estado de Veracruz y es en los cortadores de caña donde se puede ver que los niños sufren verdaderas atrocidades, porque es un trabajo para el que físicamente no están preparados.

Entrevistado en el marco del Día Mundial contra el trabajo infantil, destacó que en algunos de los casos, los niños jornaleros se quedan con secuelas físicas “a veces irreparables”, pues son niños que tienen que llevar cargar más de lo que ellos mismo pesan y a esto hay que sumarle el daño que les hace el tizne de la quema de los cañales y los riesgos que hay en esta labor.

Pero más allá de esto, “se les priva de su acceso a la educación y a la recreación” y no es un trabajo remunerado, lo que consideró “verdaderamente patético”; “pues para colmo de malas ni siquiera se les retribuye su esfuerzo, pues simplemente se suman a la familia como una masa adicional de mano de obra”.

Por lo anterior enfatizó que este tema es de los que más preocupan al DIF, pero también en los que más se ocupa, pues pese a que el trabajo de los niños jornaleros no es permanente, es temporal, pero sí interfiere con la etapa que el menor debería vivir.

Nemi Dib aseguró que muchos de los niños jornaleros no son veracruzanos, pues vienen con sus familias de otros estados para realizar los trabajos de cosecha por temporadas, pero esto lo hacen en tierras veracruzanas y eso es lo que se vigila, pues la calidad de vida de los niños no es la adecuada pues no tienen arraigo.

“Es un asunto que no es generalizado, no es una plaga gigantesca, pero sí está presente y si forma parte de la realidad del campo veracruzano”, abundó.

En este tenor dijo que el DIF en coordinación con la Organización internacional del trabajo, suscribió en su programa especial para el combate del trabajo infantil; “ellos, la OIT, han estado vinculados, cercanamente a la Cámara nacional de la industria azucarera y con los dueños de los ingenios para evitar la presencia de niños en los campos y el DIF se ha sumado a este esfuerzo.

El Funcionario estatal destacó que el hecho de que en la ciudad no sean visible este problema, no elude la responsabilidad que se tiene ni como sociedad ni como gobierno y tampoco disminuye la intensidad de algunos problemas igualmente graves que nos afectan en América Latina, en México y por su puesto en Veracruz.

Pese a que calificó de complejo el tema de la presencia de niños en los campos veracruzanos, explicó que una de las posibles soluciones sería el conseguir espacios que puedan funcionar como albergues para dotar a los menores de educación en lo que los padres realizan sus labores como jornaleros, y que esto ayude también a impedir que los niños sean sometidos a cargas de trabajo.

“Desde cualquier perspectiva el trabajo infantil es indeseable, pero hay una enorme diferencia entre un niño que estudia la secundaria y en la tarde se va al supermercado a trabajar como cerillo por unas propinas a un niño que no estudia, que a veces no come, que hace un esfuerzo de 14 o 16 horas diarias, cargando cosas que no debería estar cargando y que está sometido a un ambiente muy hostil”, abundó.

Asimismo dijo que en las zonas urbanas, de manera determinante se reduzca el número de niños que están sin escuela, en las calles trabajando, pero el trabajo no estará completo hasta lograr que los niños dejen de trabajar en el campo para estudiar y desarrollarse plenamente.

Nemi Dib enfatizó que el tema del trabajo infantil es “complejo”, de difícil abordaje, “pero si hubiera que hacer el trabajo critico, definitivamente el problema que se debe de solucionar de inmediato es la existencia de niños jornaleros”.

Por ello aseguró que falta mucho por hacer, “sobre todo el lograr crear conciencia de las familias, de los empresarios que permiten este trabajo, pero sobre todo de los niños para que sepan defender su derecho y que eviten que se les explote de esa forma”.