Tras barrancada en Acultzingo, proyectan reubicar a 60 familias afectadas

La tragedia que vivieron 60 familias de la colonia Juan Pablo Segundo, en las faldas del Cerro El Coyote, perteneciente al municipio de Acultzingo, se visualiza este día con cientos de toneladas de lodo y piedras de hasta 40 cm de circunferencia deslizadas en media hectárea de terreno.

Desde temprana hora, una compañía de la Secretaría de la Defensa Nacional implementó el Plan DN-III y provistos con palas picos y botiquines de primeros auxilios brindaron atención a los damnificados.

En el lugar el coordinador Regional de Protección Civil Luis Palma Dector señaló que el Ayuntamiento analiza conjuntamente con la Secretaría de Protección Civil en el Estado la posibilidad de reubicar a estas familias.



El asentamiento data de al menos 40 años y de acuerdo con vecinos nunca se había registrado una situación similar a pesar de las lluvias torrenciales de cada temporada.

La tragedia inició con el registro de lluvias intensas entre las 6 y 7 de la tarde del pasado martes. Los vecinos señalan que un estruendo se escuchó en la cima del cerro que un mes atrás había registrado un fuerte incendio devastando decenas de árboles y vegetación arbustiva.
La onda expansiva de calor generada por el incendio en la tierra aflojó las piedras y fue en esta temporada de lluvias cuando minutos antes de las 7 de la noche el ruido de una explosión despertó el pánico de 60 familias establecidas en dicho lugar.

Cientos de toneladas del lodo y piedras se deslizaron y descendieron sobre dos calles de acceso a la colonia. Los materiales ingresaron en 7 viviendas dañando aparatos electrónicos, utensilios de cocina, muebles y diversas pertenencias.



Integrantes de estas familias alcanzaron a ponerse a salvo y fueron finalmente alojados en el Auditorio Municipal utilizado como albergue.

Luis Palma Dector señaló que tuvieron registros de la caída de hasta 150 mm de lluvias cuando la media marca apenas 50 milímetros de ahí que tal cantidad de agua ocasionó el deslizamiento de la ladera afectada por el incendio.

Por fortuna el grueso de las piedras rodó sobre las calles. Algunas alcanzaron a ingresar en las viviendas pero sin lastimar a familiares, salvo el caso de dos motociclistas quienes circulaban en ese momento y fueron alcanzadas por la avalancha mismos que ya se recuperan en las instalaciones de un hospital.



En el lugar también trabajan elementos de la Secretaría de Seguridad Pública y vecinos que realizan acciones de faena. El Ayuntamiento local aporta con maquinaria y camiones de volteo para aplicar acciones de limpieza.

Damnificados dicen no sentirse seguros ante las lluvias que continuarán azotando hasta el mes de noviembre, de ahí que solicitan su reubicación hacia una zona más segura.

Este día unas 30 familias más vulnerables fueron notificadas para utilizar las instalaciones del Auditorio Municipal el cual funge desde la noche del martes como albergue provisional.