En medio de los aplausos y saludos de sus compañeros, el médico traumatólogo José Antonio Fonseca Zúñiga, fue dado de alta este viernes, luego de permanecer intubado primero y luego con traqueotomía en el Área COVID por un mes y tres días.
De acuerdo con su esposa, Juana María Renaud, su esposo, quien es el único traumatólogo que labora en el Área de Urgencias del Hospital General Regional del IMSS, al lado de donde se encuentra el sitio para los enfermos COVID, comenzó a sentirse mal el 3 o 4 de enero, por lo que ambos acudieron a hacerse la prueba, pero sólo ella salió positiva.
Debido a ello, ambos tuvieron que guardar confinamiento domiciliario y él la tuvo que cuidar, ya que presentó fiebre y mucho malestar.
Sin embargo, para el 15 de enero el traumatólogo comenzó a tener un cuadro claro de coronavirus, con fiebre, dolor de cabeza y malestar general, además de que su oxigenación bajó a 89, por lo que acudió a realizarse una tomografía.
A pesar de que sus síntomas no eran muy graves, al ver los resultados se preocuparon, pues tenía 80 por ciento de daño pulmonar.
Agregó que ante ello se hizo necesario que entrara a terapia intensiva, y como anestesióloga sabía que era necesario intubarlo, pero él no quería.
Finalmente, mencionó, lo intubaron y así estuvo por 3 semanas, pero su situación se complicó con una infección, por lo que se hizo necesario practicarle una traqueotomía para evitar que se le fueran a ir flemas.
Gracias a que en todo momento siguieron el consejo de los médicos y los procedimientos se hicieron de manera oportuna, dijo, su esposo logró sobrevivir.
La especialista invitó a todos los médicos y personal de salud a que no desestimen cuando se sienten mal y de inmediato se atiendan para cuidar su cuerpo y su salud.