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Sección: Estado de Veracruz

Trasladan restos de obispos de Xalapa a nuevas criptas bajo torre inconclusa de Catedral

Sergio Obeso comentó que así estarán más cerca de las oraciones de los fieles

?ngeles Godoy Morales Xalapa, Ver. 29/06/2012

alcalorpolitico.com


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En ceremonia solemne presidida por el excelentísimo señor don Sergio Obeso Rivera, arzobispo emérito de Xalapa, se llevó a cabo el traslado de los restos y reliquias de los obispos difuntos que ha tenido la diócesis desde su fundación.

Durante su homilía, Obeso recordó que a instancias del arzobispo de Xalapa, Hipólito Reyes Larios, las urnas de los obispos fallecidos se trasladaron a las nuevas criptas que se han dispuesto para ellos, en la parte anexa a la tumba de San Rafael Guízar Valencia, justo debajo de la torre inconclusa de la Catedral de Xalapa.

Señaló que así los fieles estarán más cercanos y podrán orar por las almas de los obispos quienes son: Francisco Suárez Peredo y Bezares, primer obispo de Veracruz; José María Mora y Gómez Daza, segundo obispo de Veracruz; Ignacio Suárez y Bezares, tercer obispo de Veracruz; Joaquín Arcadio Pagaza, cuarto obispo de Veracruz; Manuel Pío López Estrada, sexto obispo de Veracruz, primer arzobispo de Veracruz y primer arzobispo de Xalapa; así como Emilio Abascal Salmerón, segundo arzobispo de Xalapa.

"Son trasladados a un lugar donde puedan invitarnos por su proximidad, a hacer una oración por ellos. Allá abajo donde estaban, quién pedía por ellos. Ahora tendremos oportunidad de que se acuerden de nosotros", precisó Obeso.

Añadió que pese a lo mucho que hicieron, no cumplieron todo; por eso es que las almas de los obispos necesitan la oración.

Expresó que paradójicamente es una fiesta, ya que la muerte no se trata de una cuestión superflua, sino que toca el interés de toda persona cuando se pregunta qué hay detrás de la muerte.

"La muerte para nosotros, no es el acabose, es apenas el comienzo de lo sólido, lo verdadero, junto a lo cual, nuestra vida humana, indudablemente muy bella y deseable, se transforma en un trampolín más bello para la vida futura".

Obeso recordó que para los seres humanos, la muerte es un paso necesario, inevitable, incluso en muchos aspectos doloroso.

"Porque es un despido que no permite volver a encontrarnos en esta tierra; sin embargo es para obtener la misión de Dios que nos hará felices para siempre. Qué perspectiva tan distinta"

Durante la ceremonia, se recordó la trayectoria de los obispos fallecidos. Se les colocó un pergamino lacrado antes de sellarlas que da fe y consta que efectivamente ahí reposan los restos y reliquias de los obispos de la diócesis.

Al terminar la ceremonia, los sacerdotes llevaron en procesión las urnas a las nuevas criptas, las cuales fueron selladas y decoradas con flores. De esta forma, las almas de los obispos descansarán en un lugar dedicado a la oración.