Luego de rechazar que la entrada en vigor del capítulo agrario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte les vaya a afectar más de lo que ya les dañó la apertura total del 2002, Pedro Alejandro Díaz Hartz, presidente de la Federación Nacional de Productores de Arroz, se quejó de que el socio del norte está triangulando el cereal de los países de Asia y lo está revendiendo como si él lo hubiera producido.
Entrevistado previamente a la entrega de recursos para la competitividad de la SEDARPA, el dirigente nacional de los campesinos explicó que en el plano internacional el principal productor es Tailandia y Estados Unidos, en México lo importamos de allá, pero sospechamos que lo está triangulando del sureste asiático porque dejó de producir este año cerca del 18% porque aún está en negociación en el senado la ley denominada Farm Mill, y por lo tanto los precios internacionales van al alza porque bajaron sus inventarios y por otras condiciones.
A los arroceros el comercio internacional les pegó desde el 2002, que se abrieron las fronteras del país totalmente y ahora buscamos la estrategia para enfrentarlo mediante un plan rector en todo el país y sobre todo porque en el 2007 el cambio climático les afectó sus cosechas, por ello están trabajando en la construcción de infraestructura para instalar centros de acopio y dar valor agregado a su producto.
Díaz Hartz sostuvo que en el estado quedan mil 200 productores efectivos y flotantes como 300 que cultivan cerca de 10 mil hectáreas, éstos no tienden a desaparecer con el TLCAN, pero lo que falta es una política del gobierno federal para construir infraestructura hidroagrícola, ya que actualmente tienen un proyecto para establecer un módulo de mil hectáreas que se llama “cosecha de agua.”
El proyecto ya cuenta con recursos de la FAO para realizar los estudios que buscan utilizar mejor el agua y que de apoyarse en Veracruz podría organizarse en la cuenca baja del Papaloapan, en el municipio de Tlacotalpan y otra parte en Acayucan, para echarlo andar se requerirían de 75 a 80 millones de pesos para tener dos cosechas al año.
Por último aceptó que en el 2007 el arroz transgénico peligroso de Bayer, sí entró al país y estuvo en Veracruz, sobre todo en las arroceras de Córdoba, pero se recogió a tiempo y ahora el que entra lo hace con un certificado que dice no contener ningún cambio genético y eso lo vigilan, no porque haya comprobación que el consumo humano afecte la salud, sino por proteger la producción nacional.