Un silencio solemne, para las víctimas del sismos del 85

Un lábaro a media asta y el silencio solemne de los asistentes recibieron las más de 3 mil víctimas del sismo del 19 de septiembre de 1985, cual ofrenda simbólica de parte del pueblo y Gobierno del Estado de Veracruz.

Congregados al pie de la efigie de Benito Juárez García, en el parque dedicado al Benemérito de las Américas, el Gabinete de Cuitláhuac García Jiménez y corporaciones de emergencia recordaron aquél minuto fatídico de las 07:19 del 19 de septiembre de 1985, doloroso para la historia pero un parteaguas para México en la cultura de la prevención de desastre.

Con la bandera en posición de duelo, la banda de guerra del 63o. Batallón de Infantería convocó a todos a apagar voces y ruidos con el toque de silencio e inmediatamente después, al unísono, los cuerpos de emergencia encendieron luces y sirenas en honor a los rescatistas sobrevivientes y caídos en las primeras labores de socorro de los heridos y fallecidos. Los “héroes anónimos”, a los cuales el presidente Andrés Manuel López Obrador refiriera en la ceremonia del Grito.



El ulular de las ambulancias y los carros de Bomberos en el parque Juárez rompieron el ceremonial mutis y revivieron en los presentes el punzante recuerdo del terremoto de las 7:19 horas y de las 13:14 horas, este último, del año 2017 pero imposible de prevenir para los capitalinos por su epicentro.

Tras un minuto de las alarmas en todo lo alto, nuevamente el silencio volvió al recinto público pero conservó la solemnidad y la solidaridad de los asistentes a los sobrevivientes y testigos de la catástrofe que escribió historia en el corazón de México.