Un sueño, que los Tiburones regresen a la Primera División; deben venderse ya

El proceso formal de venta de los descendidos Tiburones Rojos a la Segunda División, que en México se le llama “Primera A”, sigue su curso.

La agencia de noticias El Universal, señala que la solicitud de autorización signada por el gobernador Herrera Beltrán, ya está en el Congreso, señalando que serán treinta millones los que implique el costo, algo que acá ya se sabía, pero que además se mantienen las cartas y otros conceptos como las filiales y las fuerzas básicas como propiedad del Estado.

El equipo, como tal, difícilmente podría regresar en esta campaña a la división mayor, aunque según el diputado Cirilo Vásquez, se debería esperar su retorno para venderlo bien, algo que nos parece un sueño y se debe ser práctico, venderse ya.

Se dice que hay varias ofertas atractivas, pero hasta ahora se manejan y lo están trabajando con un cúmulo de errores, Guillermo Lara y un tal Cesarman, en un algo que nos parece ser más los prestanombres de Rafael Herrerías que otra cosa. Herrerías ya sabe usted a quien representa, pero en fin.

En vía de mientras, los sueños de un nuevo estadio, de una serie de cosas soñadoras, han quedado precisamente en eso.

Lo que en nuestro concepto creemos se tendría que analizar debidamente es lo que se refiere a las marca que se vende también con el equipo de Segunda, perdón de la Primera A.

En nuestro país, la diferencia entre las divisiones profesionales, son abismales, la Segunda que aquí se llama Primera A, carece de difusión, en muchos casos estructura y otras cosas, que han obligado a la FMFA a certificar los estadios para proteger al Circuito con los equipos que asciendan, es decir, que garanticen muchos aspectos.

La llamada Segunda División, una Tercera División en la práctica, ha tenido que crear una subdivisión, los certificados y los recreativos, entre los que en Veracruz se encuentran equipos como los Albinegros de Orizaba que promueve el político Fidel Kuri y en la Tercera División, encuentra usted de todo, canchas de lástima, ausencia de seguridad y cantidad, no calidad. Aquí también hay diferencias entre los equipos sin derecho a ascenso, generalmente filiales de los de primera División.